El Presidente Tabaré Vázquez confirmó la organización de una “pequeña asonada” en la tribuna Ámsterdam del Estadio Centenario por parte de barrabravas apoyados por similares de Argentina, según informó la Policía, que detuvo a los líderes. Esos apresamientos motivaron que “un grupo de inadaptados hicieran lo que hicieron”, añadió. El mandatario llamó a la Justicia a investigar y aplicar la máxima pena a los responsables.
Según la Policía, «ayer (el domingo) estaba preparada una asonada en el Estadio Centenario, en la tribuna Ámsterdam», aseguró Vázquez en conferencia de prensa para los medios uruguayos en Madrid, donde realiza una visita oficial.
“Quienes lo iban a hacer eran dos o tres barrabravas uruguayos junto a otros que venían de Argentina, parte de los cuales concurrieron a la sede de Peñarol a pedir 400 entradas, pero no se las dieron”, narró el mandatario.
“Tengo la versión de que luego les pidieron entradas a los jugadores, quienes también se negaron”, agregó.
Ante esas informaciones, “la Policía actuó y detuvo a los cabecillas de estos grupos”, indicó.
“El Ministerio del Interior va a reprimir a todos los violentos que estén en un espectáculo deportivo, o fuera de ellos, y que actúen de esta manera”, adelantó Vázquez.
Precisó que “no hay que repartir más entradas gratis” y “no hay que estar dándole dinero a estos delincuentes”. “Si estos delincuentes presionan, tanto a sus jugadores como a los dirigentes, hay que denunciarlos” y “también (deben hacerlo) los funcionarios”, agregó.
“Si todos juntos actuamos vamos a lograr vencer esta situación, no van a vencer los delincuentes”, subrayó el mandatario. Pidió sinceramiento y trabajo organizado de “los honestos” en todos los estamentos del fútbol “para erradicar este mal”.
Vázquez, expresidente del Club Atlético Progreso de Montevideo, donde desempeñó tal función en la década de 1980, recordó que las viejas barras de aliento se transformaron con el tiempo en “traficantes de drogas, llenas de delincuentes, con enorme cantidad de personas con antecedentes penales que van a hacer sus negocios en los espectáculos deportivos, que pelean entre ellos en defensa de un territorio”.
Según sintetizó, este deterioro de las hinchadas ocurrió por distintas razones, entre ellas, la connivencia de dirigentes de los clubes, que entregaban entradas y repartían recursos a estas organizaciones violentas.
Por esto, sostutvo: “Acá, la responsabilidad es de todos, no hay que echarle la culpa ni exigir solamente al Gobierno, todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad”. “Yo espero, deseo fervientemente, que la Justicia aplique la ley en su máximo nivel de castigo”, subrayó Vázquez, quien pidió celeridad y severidad al Poder Judicial.
“Ante todos los delincuentes que usan las expresiones populares más puras para ir a romper vidrieras en la Avenida 18 de Julio (Centro de Montevideo) para robar, la Policía tiene que actuar”, señaló. “Pero hemos visto que, de repente, la Justicia los suelta a la media hora; por eso creo que tenemos que comprometernos todos”, advirtió.
El mandatario uruguayo recordó que el papel de la Policía es el trabajo de inteligencia y “reprimir cuando hay que reprimir, porque a estos delincuentes, cuando actúan de esta manera, hay que reprimirlos porque ellos se sienten, de esta manera, impunes, porque la dirigencia del fútbol no puede con ellos y creen que el poder policial tampoco; y están muy equivocados”, subrayó.
También dijo: “Si alguno de estos delincuentes es agarrado por un policía y el tipo le pega un golpe, si el policía reacciona y le pega un palo, que no digan ‘qué malo el policía’, porque estamos cortando las posibilidades de actuar”, dijo. “No estamos hablando de gatillo fácil ni nada de eso, que no se tergiversen mis palabras, por favor”, aclaró.