En la sexta edición del foro «Latino-Hub Rheinland» llevada a cabo en Alemania, expertos alemanes y latinoamericanos analizaron la semana pasada el modelo de los puertos de Renania y destacaron el potencial del transporte fluvial en sus respectivos países.
El evento contó con la presencia de destacados panelistas: Horacio Aarón Saavedra, el cónsul general de México en Fráncfort, Alberto Guani, embajador de Uruguay en Alemania, así como la cónsul general de Argentina en Alemania, Magdalena von Beckh Widmanstetter, y la embajadora de Colombia, María Lorena Gutiérrez Botero, se dieron cita en la sede de la Asociación Alemana de Inversión y Desarrollo (DEG, por sus siglas en alemán), en la ciudad de Colonia, a orillas del Rin, Alemania.
En entrevista a la Deutsche Welle (DW), la embajadora argentina, Magdalena von Beckh, hizo hincapié en un proyecto para conectar el puerto de Nueva Palmira, en Uruguay, con el de Cáceres, en Brasil. «Esto permitiría inclusive que Bolivia tenga una salida al mar vía fluvial», señaló la diplomática.
Cinco países –Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay– colaboran en la realización de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Magdalena von Beckh Widmanstetter comparó el proyecto con la cuenca Danubio-Rin en el Viejo Continente: «Los países en Europa se han puesto de acuerdo y la navegación funciona. Eso es lo que queremos». Asimismo, destacó el aspecto ecológico del transporte fluvial.
«Somos la puerta de entrada al Mercosur», dijo el embajador uruguayo en conversación con DW, destacando la importancia de la salida al mar de su país para vecinos regionales como Bolivia y Paraguay. Alberto Guani explicó que Uruguay también apuesta por la explotación de puntos turísticos a través de la navegación, para lo cual se ha establecido una red de puertos interiores.
Inversión alemana
La empresa alemana Imperial Shipping Holding, con sede en Duisburg, invierte desde hace cuatro años en Paraguay, donde está construyendo un puerto fluvial. Su director de finanzas, Jens Kleiner, señaló que el crecimiento en Sudamérica depende claramente de una mejor logística para trasportar materias primas, alimentos y contenedores. De ahí la importancia del transporte fluvial y puertos productivos. Según Kleiner, los países de la región pueden beneficiarse de la experiencia germana, sobre todo de los conocimientos tecnológicos.