Este miércoles trascendió en medios del vecino país un duro cruce diplomático entre los ministros de Medio Ambiente de Uruguay y la Argentina.
Los reproches se produjeron en una reunión realizada el martes donde se cruzaron en un acalorado debate por la contaminación del río Uruguay y el impacto de la pastera UPM (ex Botnia). Sin embargo se llegó al acuerdo que la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) ejecute a la brevedad una lista de mayores controles ambientales en las costas de ambos países para poner fin a años de conflictos y desinteligencias.
Los ministros de Medio Ambiente de la Argentina y Uruguay, Sergio Bergman y Eneida de León, respectivamente, protagonizaron un intercambio ríspido de opiniones alrededor del informe ambiental que la CARU dio a conocer hace un mes y que reveló niveles de contaminación en ambas márgenes de las costas del río Uruguay, informó La Nación.
El Ministro argentino Bergman dijo que el fallo de la Corte Internacional de La Haya, que exigió soluciones ante la disputa diplomática por la pastera Botnia, «debe ser cumplido plenamente» por ambos países y remarcó que para «salir de la tensión es necesario resolver la agresión visual que da miedo y que genera controversia, como es la planta de UPM». También el ministro de Ambiente de Mauricio Macri instó al gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez a «tener sensibilidad» con la población de Gualeguaychú y propuso establecer una suerte de pantalla visual para que no se vea desde la fábrica desde la Argentina.
La ministra De León admitió que la pastera UPM puede generar «sensibilidad visual», pero también señaló que «hay hechos irreversibles» de contaminación en la rivera argentina del río Uruguay que «también afectan» a la población. Se refería así al informe que dio cuenta de niveles de contaminación del río Gualeguaychú. A su vez, la ministra De León planteó la necesidad imperiosa de establecer los controles en el río Uruguay para lograr una protección acorde con las poblaciones ribereñas.
En definitiva se acordó que la CARU establecerá ocho puntos de control ambiental sobre el Río Uruguay, que se suman a otros 30 que ya existen a lo largo del río. También se va a monitorear la calidad del aire. Finalmente se hizo mención a la creación del laboratorio binacional que realizaría muestreos en el agua.