Este domingo seremos testigos de un evento astronómico que sólo se da cada dos años: un eclipse anular de Sol. No es habitual contar con la posibilidad de observar la manera en que la Luna va cubriendo al «astro rey» provocando no solo una sustancial disminución en la cantidad de luz solar sino en particular sentir “en carne propia” (en función de ciertas condiciones climáticas) el cambio en la temperatura ambiente.
Éste ocurrirá la mañana del 26 de febrero, momento en el que la luna cubrirá completamente el sol. De esta manera, se creará un anillo luminoso alrededor del disco lunar.
No es poca cosa
Un eclipse básicamente es el ocultamiento de un cuerpo debido a la interposición entre éste y nosotros de un segundo objeto. En muchas ocasiones es la Luna quien oculta por momentos a determinada estrella. Por consiguiente, diremos que esa estrella ha sido eclipsada, ocultada, por la Luna.
Con los eclipses solares sucede algo extraordinario. Si bien el Sol es mucho más grande que la Luna, no menos cierto es que se encuentra mucho más lejos que ésta respecto de nosotros (unos 150 millones de kilómetros versus 384.000km). Y aquí es donde cobra valor lo de extraordinario.
Por esas casualidades de la naturaleza, la relación entre los tamaños de ambos cuerpos, es prácticamente igual a la de sus distancias a la Tierra. Esta increíble “coincidencia espacial” provoca que los tamaños aparentes (no los reales sino los que se perciben) tanto del solar como del lunar, ¡sean iguales!.
Algo es algo
Si bien Carmelo no está en la zona de eclipse total se podrá disfrutar de un eclipse parcial, con menor área de Sol cubierta por la Luna.
En nuestro caso, las proyecciones astronómicas indican que el eclipse comenzará a las 9:31; alcanzará su punto máximo a las 10:53 y terminará a las 12:23. Aunque durante el fenómeno la luz solar no tendrá tanta intensidad como es habitual recomiendan no intentar observarlo de manera directa o con filtros, anteojos, ni binoculares inadecuados, ya que puede dañar la vista.
El mayor de los cuidados
Un eclipse es un fenómeno natural interesante; sin embargo puede poner en riesgo la vista del observador, si no toma los cuidados necesarios para apreciar el fenómeno, ver por tiempo prolongado directamente el Sol puede provocar quemaduras en la retina y ceguera permanente.
Para poder disfrutar del eclipse de manera segura existen tres opciones. Una de ellas es hacerlo a través de filtros como los que se emplean en soldadura. Los permitidos son aquellos de índice 12 o mayor. Con estos filtros, el Sol presenta un color verde.
Una segunda opción es a través de una pantalla solar. Básicamente se trata de, una vez apuntado un telescopio al Sol con un filtro adecuado, y sin ubicar nuestro ojo en el ocular, colocar una simple hoja o superficie blanca para que la luz capturada por telescopio se proyecte sobre esa pantalla.
Una tercera opción, la cual es muy atractiva para construir en casa, es utilizar una cámara oscura. Se trata de un simple tubo opaco (de cartón o de PVC) al cual se lo tapa por un extremo con un papel aluminio, y al extremo restante con un papel tipo manteca. Realizándole un muy pequeño orificio al papel aluminio (con una aguja), apuntamos al Sol y tendremos una linda figura del mismo sobre el papel manteca.
De esta manera no sólo estaremos cuidando nuestra salud sino que además varias personas podrán observar el eclipse al mismo tiempo. Nunca observar el Sol con radiografías, negativos, CDs, u otros objetos que no sean los mencionados como seguros.