Al igual que una pieza musical esta obra fue compuesta a partir de una polifonía de voces. Amantes de las artes, estos carmelitanos juntan sus producciones para dar lugar a este libro. Las obras poéticas y narrativas están unidas por un hilo conductor: el gusto por la creación artística y la búsqueda identitaria a partir del encuentro con las gentes y los paisajes que les son familiares.
Si bien, algunos de los autores se han manifestado desde otras expresiones artísticas como la pintura en el caso de Ricardo “Bachicha” Rodríguez o como la música, el canto y la actuación teatral, en el caso de Miguel Bombaci, todos apelan en esta oportunidad, a la palabra para rescatar del olvido, personajes, paisajes y sentires que dejaron su huella en sus biografías y les recuerdan a las vez que nos recuerdan a los lectores, quiénes somos y de dónde somos. Es que la palabra posee un extraordinario poder instaurador de realidades, haciendo visible lo que si no es nombrado, narrado o cantado queda invisibilizado o naturalizado. El relato “De animales y la Onda “con el que Bachicha abre el libro nos interpela. ¿Quién iba a decirnos a quienes la conocimos, que la ONDA dejaría de ser parte de nuestro paisaje cotidiano? ¿Cómo explicar a las jóvenes generaciones, la trascendencia de esa esquina y sus mutaciones, si alguien no las recrea a través de la palabra? Y así emergen de la voz narrativa, los carnavales de Carmelo, la historia de oso quemado, el indio Candioti, los inmigrantes y las familias que dieron el nombre al barrio Atún, el conventillo de 25 de mayo, y los juguetes como la pelota de trapo y el trompo de madera que una vez más dan la razón al escritor minuano José Morosoli quien con sabiduría señalase en su obra “Perico” que los juguetes que hacen felices a los niños no están en la juguetería.
En esta composición polifónica los relatos de Bachicha parecen dar pie a Miguel quien en su creación más inclinada hacia el verso en lo formal pero al mundo de lo narrado en el contenido, retoma personajes como el indio Candioti y su morral cargado de panfletos con las consignas del partido, pero también un ideal de vida precaria, de vida igualitaria y de orgullo de una raza perdida; e introduce otros como el popular “Botella” y su célebre “qué perfetú” a modo de auto elogio de sus obras de albañilería. De sus versos no están ausentes la reflexión sobre las nuevas prácticas culturales a partir de los avances en las tecnologías de la comunicación que con sentido del humor dan lugar a “qué musa inspiradora” y a “TQM”. En el apartado “Carnavaleras” la emoción poética prevalece en canciones con ritmo de candombe que “se dibujaron en su mente”, así como una canción que aparece sin que nadie la llame.
En la voz poética de Zully Bautista también están presentes las estampas familiares, las narraciones nocturnas en torno a aparecidos y lloronas sobre el puente Camacho, o escenarios tan nuestros, tan propios de nuestra geografía como la playa vieja y su flora de espinillos, flores de pata de vaca y campanillas azules enredadas en los árboles que la autora nos invita a recorrer desde su paso, sus ojos y sus sentidos abiertos a la maravilla de la naturaleza.
En tono más intimista Ignacio Arbeleche recrea los afectos familiares y reductos de poetas e intelectuales como el Tortoni. Por su parte Obdulio López nos regala su canto en el que se entrecruza la poesía social y comprometida con la historia como en “Con oscuros en la mente” con zambas y milongas de tono lírico-amatorio como la zamba “Una Ilusión” o la milonga “A mi compañera”.
La evocación a la niñez y los escenarios que tanto alegran a los niños como la llegada de la calesita o modesto parque ambulante de diversiones, o los juegos infantiles como la rayuela, se recrean con nostálgica emoción en la voz de Carlos Pilar López.
Cierra la compilación Cristina Cánepa con algunos poemas de tono elegíaco como “Domingo Triste” que evoca la pérdida física del extraordinario poeta y payador Abel Soria, otros de alabanza como “Homenaje a Florencio Sánchez” mientras que en “Mujer” su canto da giro hacia lo social a partir del tema de la violencia de género.
Todo libro supone la trascendencia de quienes lo escriben, ya que como seres históricos los humanos pasamos pero sus obras artísticas perduran. En éste no solo se aspira a la trascendencia de quienes lo escriben sino de los personajes, familias, escenarios geográficos, culturales e históricas que en él se recrean. Sin este esfuerzo muchas de estas gentes y sus circunstancias quedarían en el olvido. Las voces de los narradores y poetas carmelitanos acuden a su rescate y permanencia en la memoria colectiva.
Mara Elgue Patiño
Datos de interés:
La presentación del libro «Los Tiempos» de los artistas Ricardo «Bachicha» Rodríguez y Miguel Bombaci Abbona será este viernes 24 de febrero a las 20:30 horas en la Sociedad Italiana, Zorrilla de San Martín 275, Carmelo.