Supongamos que el agua es Walter y el aceite es Carlos. “Somos como el agua y el aceite” nos miente Walter Zimmer en una nota que le realiza la diaria el miércoles 22 de febrero. Intenta convencernos que él y Moreira son dos cosas absolutamente diferentes, irreconciliables, que no se mezclan. Zimmer además aprovechó para aparecer en casi todos los medios de prensa del departamento de Colonia, relanzando su nombre para que se tenga en cuenta a la hora de pensar en futuros intendentes. No se asuste, pero es lo que hay.
El tema en cuestión surge una vez más con el impuesto al alumbrado. Dice Zimmer (y tiene razón) que cuando él asumió como intendente ya había una deuda importante con la UTE. Es decir que desde principios de los 90, la UTE venía brindando luz en las calles de Colonia sin que nadie la pagara. Mejor dicho: otros uruguayos indirectamente pagaban la luz que nosotros consumíamos en las calles del departamento. Zimmer no dice que en esa época él integraba el gabinete de directores del intendente Moreira, a comienzos de los años 90. En esos años, el director Zimmer no decía ni una sola palabra de la deuda con UTE.
Cuando llegó a intendente la deuda comenzó a aumentar y Zimmer seguía sin decir nada. Como no dijeron nada los dirigente moreiristas que apoyaban a Zimmer y ahora nada dicen los dirigente zimmeristas que apoyan a Moreira. La imagen absolutamente mentirosa del “agua y el aceite” resulta difícil de creer: en realidad ambos intendentes –Zimmer y Moreira- no han hecho otra cosa que apoyarse mutuamente durante sus respectivos mandatos y luego, cuando llegan las campañas electorales, mentirle a la gente diciéndoles que el otros es mal administrador.
Durante los años en que Zimmer le robó recaudación de patentes a los departamentos vecinos, pudo haber cancelado la deuda gigantesca con UTE. No lo hizo y prefirió gastar ese dinero en obras que él dice que la gente aprecia, pero que en realidad resulta difícil saber de qué obras habla el ex intendente.
Dice Zimmer que Moreira no cumple las promesas electorales, pero los ediles de Zimmer votan todas las iniciativas de Moreira en la Junta. Como los de Moreira votaron todas las de Zimmer unos años antes. Es más: en el polémico caso del impuesto al alumbrado público, Zimmer dice estar en contra, pero todos sus ediles votaron a favor. Es una nueva edición de la vieja puesta en escena de los “Titanes en el ring”, donde dos viejos luchadores hacían como que peleaban, mientras miles de espectadores se ilusionaban y aplaudían. Moreira no es inocente de la deuda gigantesca con la UTE y Zimmer –a esta altura- no es inocente de nada: ni de los contratos con Ramón Alvarez, ni de la camioneta Toyota, ni de los muebles de la casa, ni de los camiones contratados a los amigos, ni del combustible que desapareció sin que nadie controlara nada.
El cuento del agua y el aceite sigue dando buenos dividendos.
Prof. José Luis Pittamiglio – Edil Departamental Partido Socialista (FA)