Las oportunidades de crecimiento para el sector cárnico son impulsadas por las continuas mejoras en el acceso a mercados y reducción de aranceles que negocia el Gobierno, control de «dressing», el próximo sistema automatizado de tipificación y la demanda de cuotas de carnes. Uruguay vende a más de 140 mercados, una fortaleza muy importante para la coyuntura actual, según definió el presidente de INAC, Federico Stanham.
El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, participó en la conferencia «Uruguay, potrero del mundo. Desafíos y oportunidades para la ganadería 2017», efectuada la semana pasada en la 104.ª edición de la Expo Durazno.
En la oportunidad, recordó que Uruguay exporta 434.000 toneladas de carne anualmente, el 69 % de la producción total, cifra que ubica al país en el segundo lugar dentro del ranking mundial de exportación en ese rubro a partir de la relación entre la cantidad producida y las ventas al exterior. En el primer lugar se encuentra Nueva Zelanda, con el 89 %; los países más cercanos a los valores de Uruguay por debajo de nuestro país en ese orden son Australia, Paraguay, India, Canadá, Brasil, Estados Unidos, Argentina y los estados de la Unión Europea.
Stanham indicó que la producción nacional paga 135 millones de dólares en aranceles para vender carne a China (60 millones de dólares de arancel), Unión Europea (48 millones de dólares), Estados Unidos (20 millones de dólares) y Canadá (7 millones de dólares).
Como principales fortalezas del país para posicionarse internacionalmente, mencionó la cría de animales de raza, el estatus sanitario, el sistema productivo, la disponibilidad de más de un centenar de mercados habilitados, el sistema de trazabilidad obligatorio y gratuito, la imagen del país en el exterior, la alimentación sin hormonas ni antibióticos, el dinamismo de los exportadores y la consolidación de las instituciones.
En tanto, acentuó, como oportunidades de desarrollo, la mejora en el acceso a los mercados internacionales con la participación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el de Relaciones Exteriores, en coordinación con INAC y exportadores privados. En el presente existen más de 140 mercados habilitados para vender carne.
También ponderó la disminución de aranceles y habilitación de nuevas plantas industriales, la definición y control de dressing máximo —desosado del animal en la planta industrial— y el sistema de tipificación que automatizará la clasificación del 100 % de los animales para la faena y entrará en vigencia en agosto de 2018.
Como otras oportunidades, indicó la demanda de programas diferenciados como Cuota 481 (carne de alta calidad exportada hacia Europa) y Never Ever 3 (carne producida sin hormonas exportada a Estados Unidos), el bienestar animal, sustentabilidad, trazabilidad, así como el uso de información disponible y la creciente participación en la Oficina Permanente Internacional de la Carne.
Resaltó que la evolución del porcentaje de carne ovina exportada aumentó de 48 % en 2002 a 70 % en 2016.
En su presentación, advirtió que las auditorias del INAC y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria precisaron que Uruguay perdió 31 millones de dólares —2 % de la exportación— por ineficiencias de la cadena, por lo cual, por mandato legal, se instauraron medidas tecnológicas en todo el ciclo productivo.
“Comercialmente, Uruguay ha logrado una diversificación que le permite encontrar los mejores mercados en cada momento. Esta diversificación es una fortaleza que debe continuar mejorando para atravesar la exigente coyuntura actual y es un activo propio del país”, subrayó Stanham, quien fue acompañado por el CEO del frigorífico Marfrig, Marcelo Secco, y el empresario Gerardo Zambrano.