El puerto de Nueva Palmira comenzó a recibir cargas de soja procedentes de Paraguay y lentamente empezó a recuperar su ritmo habitual tras un enlentecimiento de la actividad en los últimos meses de 2016 y el arranque de 2017, informó El Observador.
En diálogo con el matutino el director gerente de Corporación Navíos, Ruben Martínez, indicó que el transbordo de soja guaraní marcha «dentro de los niveles esperados», pero destacó que se deberá aguardar algunos meses para saber cuáles son los efectos de las medidas que ha tomado Argentina. Sobre fines de 2016 y de la mano con el giro aperturista que intenta darle el presidente Mauricio Macri a su gobierno, las autoridades de ese país volvieron a habilitar la importación de soja de origen guaraní para la elaboración de alimentos, aceites y raciones por parte de las industrias argentinas. La zafra de Paraguay se extiende hasta el mes de setiembre. Comprar esa soja en grano es un muy buen negocio para las cadenas de industrialización argentinas, porque además de tener exenciones impositivas tienen mercado asegurado para sus productos derivados.
Además, mientras la soja argentina recién empieza a cosecharse en marzo, la paraguaya inicia ese proceso en el primer trimestre. Eso permite que la oleaginosa paraguaya llene tres meses habitualmente ociosos para la gran capacidad de las industrias argentinas.
Otra fuente vinculada a la terminal de Nueva Palmira informó a El Observador que la llegada de soja paraguaya «empezó a mejor ritmo» de las proyecciones realizadas por algunos analistas. Para este mes hay previsto recibir unas 200 mil toneladas.