Aquella noche un circunstancial cliente ingresó tres veces al Mini-mercado de la Estación Ancap de Carmelo en la doble vía. En la primera oportunidad buscaba cigarros, dijo al personal que se encontraba que siempre le daban esa mercadería y luego pagaba. El cajero le respondió que si no tenía crédito no podía “financiarle” esa compra.
En la segunda oportunidad reiteró su pedido, se le respondió que para acceder a su pedido tenía que pasar por administración y a esa hora no había personal.
Cuando el reloj marca la 1:30 de la madrugada volvió, preguntó por las chicas de administración. Se trataba de una persona joven, en ningún momento se mostraba agresivo, salvo al final cuando en realidad le comentó al cajero el verdadero motivo de sus tres visitas: lo venía a robar.
En la visualización de las imágenes mudas de las cámaras de seguridad se ve a una persona que habla mucho, casi parece hacerlo en forma de disculpa, y así lo confirmó Ruben Bertinat encargado de Ancap Carmelo “dijo que tenía hijos y por eso lo hacía. Ricardo (el cajero) le dio la poca plata que había.” El rapiñero nunca mostró un arma pero dijo tenerla.
El servicio de seguridad que tiene la estación funcionó de inmediato, cuando activaron el “botón de pánico”. A la 1:40 está el registro en las cámaras de la rapiña y a la 1:44 un móvil policial ya estaba en el lugar. La respuesta de la Seccional Tercera fue inmediata “luego nos enteramos que era oriundo de Canelones, esa misma madrugada fue detenido por la policía.»
La identificación policial surge a través de la información brindada por el circuito de cámaras de seguridad “cuando lo atraparon andaba vestido como salió de la estación, si bien andaba con un gorro que luego lo tiró”, comentó el Gerente de la estación.
Tres tristes atracos
Ruben Bertinat comenta que es la tercera ocasión que se registra un hecho de esas características en diez años “esperemos que tomen carta en el asunto y que este sujeto no salga enseguida de la cárcel y lo tengamos nuevamente en cualquier comercio de Carmelo haciendo lo que no tiene que hacer.”
La primera incursión delictiva contra la Ancap Carmelo fue ya hace unos años con el ingreso de gente armada, donde hubo un forcejeo con el sereno, se le escapa un tiro que lo hiere en una pierna y no se llevan nada “a partir de entonces tenemos nuevas medidas de seguridad para tratar de evitar estos hechos”, concluyó Bertinat.