“Nada tenemos que esperar sino de nosotros mismos”. José Artigas.
En un hecho histórico, la ciudadanía del Departamento de Colonia, recolectó más de 30.000 firmas contra la nueva tasa de alumbrado que la Intendencia impuso y comenzó a cobrar ya en diciembre de 2016 (antes que entrara en vigencia el tributo, entre $ 100 y $ 300 por contribuyente) para pagar una deuda millonaria que la IC mantiene con UTE.
En sólo 39 días (el plazo vencía el 13 de febrero) vecinos de todas la filiaciones y sin identidad partidaria, se movilizaron en pleno verano (muchos colonienses se quedaron sin firmar pues estaban vacacionando fuera del Departamento) y superaron largamente las 21.000 firmas (25 % del padrón departamental) requeridas por la Constitución para habilitar un Referéndum por SÍ o NO al impuesto. Las firmas están ahora a estudio de la Corte Electoral que debe chequear la validez de cada firma y Credencial respectiva y pronunciarse sobre la nueva convocatoria.
Desde entonces, el Intendente Dr. Carlos Moreira ha mantenido un silencio total y absoluto. Recién ayer, el presidente de la Junta Departamental ha dicho que la Intendencia ha cumplido su parte al enviar las firmas a la CE y que no corresponde “meter presión”, aludiendo a la visita de delegados de la Junta Electoral Departamental del Frente Amplio a la sede de la Corte en Montevideo para interiorizarse sobre la marcha de la verificación.
Esta gran movilización ciudadana ha generado repercusiones en el ambiente político nacional, como la del Senador Rafael Michelini (FLS-FA) quien manifestó su admiración porque “lo que ha hecho Colonia nadie lo ha hecho”. Y en un acalorado Plenario de la coalición de gobierno, se resolvió “reconocer” (y no “respaldar”) las firmas. Recordemos que el FA votó dividido el nuevo impuesto: los ediles del P. Socialista lo apoyaron y el resto se opuso.
También el exintendente Walter Zimmer (2005-2015), que quiere volver a cortar y pinchar en los asados políticos, le pasó la responsabilidad de la millonaria deuda con UTE a las primeras administraciones de Moreira (1995-2005) e incluso a su antecesor Carlos Curbelo, y que él solamente “la heredó”.
Es una clarísima confesión de parte: el Partido Nacional, gobernando una de las comunas que más recauda por habitante del País, ha administrado pésimamente el dinero de los colonienses.
El pueblo ha hablado y seguramente tendrá otra chance de hacerlo. Es un cambio de actitud radical: ya no se tolera pasivamente los abusos de poder. Una comuna no es una máquina de recaudar impuestos del Primer Mundo y devolver servicios y obras del tercero.
Prof. Daniel Abelenda