Las relaciones entre el director nacional de Aduanas, Enrique Canon, y el sindicato de trabajadores por la reestructura de la oficina recaudadora continúa y lejos de moderarse, se suman elementos que cada vez distancian más a los involucrados, informa hoy El Observador.
El lunes 13 de febrero hubo una reunión de ambas partes en la Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra) para buscar un acercamiento sobre la reorganización de la Aduana, pero ni siquiera pudo firmarse un acta de desacuerdo cuando terminó el encuentro. Previo a eso, el jerarca escribió un editorial en el anuario 2016 de Dirección Nacional de Aduanas (DNA) donde pidió terminar con prácticas abusivas e irregulares en la oficina.
En la publicación, Canon señaló que «no todo funciona bien en la DNA» y añadió no ser «tan ciego ni tan sordo como para no enterarme de múltiples deficiencias en la gestión». Indicó que hay mucho para mejorar en varias materias. Y allí enumeró, entre otros aspectos, al «clima interno, las licencias médicas abusivas, la desidia en el trabajo, los abusos de autoridad, el tráfico de ‘favores’, el ‘amiguismo’, hacer la ‘plancha’, la subsistencia de prácticas corruptas, el encubrimiento, el ausentismo laboral y mucho más».
Canon ha venido visitando las diferentes oficinas en todo el país, hace poco estuvo en Carmelo, pero lamentablemente se fue antes de una reunión ya pautada con la prensa, por motivos personales.