En la noche del 16 de abril de 2016 muchas cosas cambiaron en la ciudad de Carmelo. Ya hace un año de todo aquello.
A las 23 horas de aquel día me encontraba en una de las cabeceras del Puente Giratorio, el agua con furia bajaba que daba miedo. Por un momento dejé de mirar el agua y empecé a observar los rostros de los vecinos que lentamente comenzaron a llegar al lugar.
Descubrí que esperaban algo. Se rumoreaba y especulaba con que el agua atravesaría finalmente el puente. La gente estaba expectante. Hubo un momento crítico donde se cortó la luz en el Barrio Centenario, algunos camiones cruzaban el puente evacuando vecinos.
No me voy a olvidar más de aquellos rostros con miradas perdidas disparando de lo inevitable. Luego nos enteramos que finalmente el agua atravesó la ruta 21 por el lado más bajo, no por el Puente Giratorio.
La ruta 21 desde el Puente Giratorio hasta Grito de Asencio se transformó en una especie de represa. Se desbordó en la parte más baja. Dicen los que estaban allí que parecía una cascada y la correntada daba miedo. Cuentan que el gomón de Prefectura, cuando moderaba el motor al llegar a la ruta desde el Barrio Centenario, con gente rescatada, tuvo que ser auxiliado por personas que estaban allí.
Hubo mucha solidaridad en todas partes. Instituciones, vecinos, la ayuda fue enorme.
Hoy a un año no tenemos aún respuestas técnicas sobre lo que sucedió. Tampoco hay estudio alguno que interprete científicamente cómo se desarrolló la inundación y por qué llegó a lugares que nunca fueron inundables.
Es un tema prioritario, política y socialmente. Porque si vuelve a suceder algo parecido y nos encontramos con que nada se realizó para mitigar los efectos, habrán responsabilidades de gobierno. Y como en todo lo primero es lo primero.
Hoy tenemos los números que dan cuenta de la dimensión social de la inundación: 1.186 vecinos fueron afectados en Carmelo, incluyendo unas 360 viviendas.
Este domingo 16 de abril en Carmelo Portal desde las 7 y 30 de la mañana y hasta las 20 horas iremos recorriendo las noticias que publicamos en aquellas horas y días.
Lo hacemos para poner el tema nuevamente en la opinión publica sobre algo que sucedió y no tiene -aún hoy- muchas explicaciones.
Elio García