La representante nacional por Colonia, Nibia Reisch, cursó sendos Pedidos de Informes al BROU, ASSE, ANTEL, OSE, BSE y BHU a fin de que dichos organismos se sirvan brindar los datos que refieren a los gastos de publicidad ejecutados y a ejecutar por los mismos.
En particular, la parlamentaria del Partido Colorado reclamó contar con los datos y documentación que los respalde respecto a cuánto invirtieron en publicidad, cuál fue el plan de comunicación, cómo fue el procedimiento de contratación, cuáles los criterios para distribuir publicidad entre los diversos medios.
En otro ítem pide conocer la publicidad oficial contratada en el departamento de Colonia e informes de distribución, como así conocer quién contrató la publicidad oficial.
Dos realidades distintas
Para Reisch, existe una dualidad muy marcada entre la publicidad adjudicada a los medios de prensa del interior y a los de Montevideo.
“La distribución de la publicidad oficial se realiza en forma casi exclusiva en la capital, en desmedro de los medios del Interior, y entendemos que debe haber equidad en la manera en que se distribuye la pauta, en particular en aquella que refiere precisamente a las localidades del interior. Si se asigna la publicidad oficial en función del público objetivo de cada campaña, no sería del caso que, por ejemplo, un nuevo servicio específico para determinada ciudad del interior se publicitara en un medio montevideano, lo que sí se justifica cuando dicho servicio, por ejemplo, tiene alcance nacional”, sostuvo.
Por otro lado, “no se entiende el uso que da el gobierno a los dineros públicos, por ejemplo, las empresas monopólicas que utilizan la publicidad como si estuvieran compitiendo con algún privado cuando no lo están, en lo que no deja de aparecer como un uso político del dinero de todos los uruguayos. Entendemos que la publicidad debe realizarse para informar innovaciones, modificaciones o interrupciones en el servicio, calendarios de pagos, promociones, comunicación de exoneraciones y en otros casos puntuales, pero no utilizarla para promover figuras políticas, como se tiene costumbre”, aseguró.
Reisch recordó que “ya en 2013 se venía manejando la posibilidad de que un ‘piso mínimo’ del 30% de la publicidad oficial para las campañas de alcance nacional se distribuyera entre medios del interior, pero también hay que ver como se equilibra lo que son los medios gráficos con la radio o la televisión.
La regulación, o mejor dicho, la equidad en la distribución de la publicidad oficial, continúa pendiente, y ello a pesar de que se estima que el Estado gasta entre 50 y 60 millones de dólares anuales en publicidad oficial, lo necesario para construir, por ejemplo, casi tres hospitales para Colonia”.
“Hace mucho tiempo que la finalidad, los usos y los ocasionales abusos respecto a la distribución y la asignación de la publicidad oficial son objeto de debate, por cuanto si bien se trata de un recurso legítimo y necesario, cuando es indebidamente utilizado por el Estado no hace sino afectar la libertad de expresión y de trabajo”, finalizó la diputada colorada.