El Ministerio de Salud (MSP) informó que da seguimiento a casos particulares de embarazos de adolescentes, fundamentalmente aquellos que cursan niñas de entre 10 y 14 años. Tanto el ministro de Salud, Jorge Basso, como la subsecretaria, Cristina Lustemberg, insisten en la importancia de abordar el embarazo en la adolescencia -y en particular el que transitan niñas de entre 10 y 14 años- como un grave problema social que vulnera los derechos de las niñas y adolescentes que lo viven, y la importancia de abordar intersectorialmente las respuestas estatales.
“Los datos nos traducen un problema grave que tiene nuestro país. Estamos trabajando en un plan nacional para la disminución del embarazo no intencional en adolescentes. Mañana se va a validar ese plan con los ministerios de Educación, Desarrollo Social, el INAU, la ANEP y OPP”, comentó Lustemberg.
Se trata de un tema que “da cuenta del abuso, de la explotación sexual y de gravísimas inequidades”, agregó la subsecretaria, que recordó que en el año 2016 “por primera vez en mucho tiempo disminuyó el número de niñas y adolescentes que fueron madres: 800 nacimientos menos”.
En 2016 fueron 6.700 los nacimientos de madres que son niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad. A su vez, 123 de ellas tenían entre 10 y 14 años.
Lustemberg explicó que se trata de un asunto “que tenemos como prioridad con acciones interinstitucionales desde el gobierno, pero que requiere mucha precaución en su tratamiento particular”.
Es importante “poner estos temas en conocimiento pero no estigmatizar ni vulnerar. Le pedimos a la ciudadanía y a los medios que pongamos en agenda pero sin personalizar”, enfatizó. “La fragilidad más grande es la psicoemocional, no solo la física” para las niñas que son madres a edades tan tempranas.
El ministro de Salud, Jorge Basso, insistió asimismo en que ante casos puntuales, “interactuamos varios organismos para articular una política de apoyo, sin estigmatizar, articulando con la justicia y las políticas sociales”.
Al mismo tiempo, Basso recordó que el intento de disminuir el número de embarazos de madres adolescentes es una de las prioridades establecidas en los Objetivos Sanitarios Nacionales