Este primero de mayo los trabajadores pusieron énfasis en la situación de la Planta de Calcar en Carmelo, leyendo un informe de situación.
En el mismo señalaron que desde hace 10 años la cooperativa está sufriendo una continua reestructura «tenemos más de 100 operarios desvinculados de la empresa, ya sea por jubilaciones, despidos incentivados y traslados a la planta de Tarariras desde el año 2009.»
Reestructura de personal
Los trabajadores dijeron que desde el 17 de enero de este año mediante llamados internos se concretó el traslado de seis operarios desde Carmelo a Tarariras en forma definitiva, «al día de la fecha nos encontramos con la preocupación e incertidumbre, debido a la baja remisión de leche en Carmelo junto a las nuevas incorporaciones tecnológicas en Tarariras, nos comunicaron por primera vez, en sesenta años, desde la Gerencia de Calcar que habían decidido mandar a doce trabajadores al seguro de paro, más la quita de dos jornales los días miércoles y sábados, donde la mayoría del personal no es convocado a trabajar.»
La industria viene atravesando una crisis nacional y mundial, en su lectura los sindicalistas reconocieron la dependencia que tenían del mercado venezolano y cómo impactó en la mayoría de las exportaciones al perder ese destino.
«Nuestra preocupación como trabajadores de la industria láctea es saber qué clase de país productivo queremos. El Estado debe ayudar al pequeño y mediano productor,» explicaron.
Informaron también que la empresa no ha dejado de producir ni vender las cantidades de productos que colocaba antes «venden en los mercados de Rusia, México, Brasil,» aseguraron.
Alertaron, ya en clave de impacto local, que el poder de compra de por lo menos 100 trabajadores que consumían en la ciudad se ha perdido.