Un estudio realizado por la Sociedad Real de Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés) de Reino Unido, revela que las redes sociales tienen efectos negativos sobre la salud mental. La investigación se hizo sobre la población adolescente, que son los que lideran el consumo de redes. Las plataformas evaluadas, fueron las más grandes: Facebook, Snapchat, Twitter. Instagram y Youtube.
El estudio arrojó como resultado que Instagram es la más dañina de las redes sociales, mientras que YouTube puede ser la que produce efectos menos nocivos.
Partiendo de la idea que el “91% de los jóvenes de entre 16 y 24 años usan internet para las redes sociales, que han sido descriptas como más adictivas que el cigarrillo y alcohol”, en el estudio se los consultó sobre sus sensaciones al utilizar las cinco redes más populares en este segmento etario.
Con una escala de -2 como el más negativo, 0 como neutro y +2 como positivo, los encuestados debían responder -por ejemplo- cuán deprimidos se sentían al utilizar cada red.
YouTube, la menos nociva
La red de videos YouTube fue la única que consiguió un promedio positivo, ya que se ponderó la capacidad de expresarse, de conseguir apoyo emocional y afirmar la identidad con bajos niveles de bullying.
El segundo lugar es ocupada por Twitter, donde se mantiene la capacidad de expresión y de identidad, pero crece el bullying y el FoMO, siglas en inglés de “fear of missing out”, que quiere decir el miedo a quedarse fuera de eventos sociales.
Facebook, la red con más usuarios en todo el mundo contiene como rasgo positivo la capacidad de establecer relaciones con otras personas y de sentirse parte de una comunidad donde los integrantes sienten o piensan del mismo modo aunque, a comparación con las dos anteriores, es notorio el crecimiento del bullying y el FoMO.
Snapchat aparece en cuarto lugar, y su uso genera la mayor percepción de FoMO y trastornos en el ciclo de sueño.
La reputación y el pánico
Finalmente, aparece la ascendente red social Instagram, donde se combinan negativamente trastornos en la percepción corporal y en el sueño, bullying y FoMO, depresión, ansiedad y soledad.
El estudio recoge algunas opiniones y sostiene que la mala reputación de Instagram podría explicarse en la construcción de un mundo distorsionado por el uso de filtros y el efecto que pueden tener sobre la autoestima de aquellos que no logran que su percepción se iguale con las imágenes, especialmente en lo que se refiere al cuerpo.
Con información de Télam.