El término stencil, procedente de la lengua inglesa, no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Su equivalente en castellano es estarcido, la técnica y el resultado de estarcir.
Este verbo (estarcir), por su parte, refiere a la acción de estampar algo con la ayuda de una plantilla que presenta un diseño ya recortado. El proceso consiste en lanzar la pintura o la tinta a través del recorte: de este modo, queda estampada la forma de la plantilla.
Esta es la técnica con que manos anónimas y sensibles estamparon por lo menos en dos lugares en la doble avenida, cercano a la Pista Marcelo Bianchi, con la cara de Hugo Buenahora, uno de los últimos personajes ciudadanos de Carmelo que falleció en setiembre del año pasado.
El stencil de Hugo Buenahora no solo sirve para recordarlo, sino también para explicar está forma de arte callejero que es muy antigua. Se dice que el stencil surgió en la época del Imperio Romano. Sin embargo, recién se hizo popular en los años ’60 en los Estados Unidos y en Francia como una forma de arte callejero, similar al graffiti. En la actualidad, el stencil suele emplearse para plasmar dibujos con contenido político o social en muros.
Un stencil tiene todo de anónimo, sin embargo hay un cuidado en la elaboración y en su estética y por sobretodo es irreverente, uno de los stencil con la figura de Hugo aparece plasmado en la base de una cruz que hay sobre la doble avenida.