Los guardianes de la libertad

Noam Chomsky llega a Montevideo.

Para el próximo 17 de julio está prevista la llegada a Uruguay del lingüista estadoundiense Noam Chomsky. Participará de un ciclo organizado por el Frente Amplio llamado «¿Qué significa ser de izquierda en el siglo XXI?». La actividad es organizada por la Fundación Liber Seregni, se trata de una figura de trascendencia mundial, un intelectual y académico reconocido,  principalmente porque su teoría lingüística es tan amplia que profundiza en cuestiones epistemológicas que explica la estructura formal de las lenguas del mundo. Chomsky sostiene que todos los seres humanos nacemos con las mismas facultades en cuanto a la incorporación del lenguaje y es la cultura y educación que nos definirán en el futuro nuestra suerte.

El conocimiento empírico demuestra que no es cierto que la gente consuma un producto cualquiera de comunicación y la influencia de este sea determinante en las audiencias. Porque uno percibe los contenidos de acuerdo a su historia de vida, a la formación educativa y a los condiciones socio económicas que tienen.

Aquellos que temen por nuestras opiniones e intentan callarnos a través de diversas demostraciones directas e indirectas deberían leer a Noam Chomsky, y más si creen ser y actuar de izquierdas.

La primera sugerencia que les tengo es leer, tener una mínima cultura teórica. Es que para actuar en política hay que estudiar. En 1988 Noam Chomsy junto a Edward Herman publican «Los Guardianes de la Libertad». Aborda el tema de propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas.

Chomsky habla en ese libro de determinados filtros comunicacionales en lo que el denomina un modelo de propaganda y analiza casos concretos como la guerra de Indochina, Laos y Camboya, el complot de la KGB y Bulgaria. Analiza la cobertura de medios en la guerra civil en países como El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Explica además como funciona el sistema de propaganda para generar víctimas «dignas» e «indignas», demostrado a través del carácter y atención e indignación que reflejan las informaciones.

En ese libro, el lingüista estadounidense sostiene que «los medios de comunicación desempeñan un propósito social en defender el orden del día económico, social y político de los grupos privilegiados que dominan el Estado y la sociedad del país.»

Chomsky explica en «Los Guardianes de la Libertad» el escándalo Watergate y lo compara con el del Partido Socialista de los Trabajadores. Fue justo cuando Nixon estaba acorralado que también se informó que este partido político legalmente constituido en los Estados Unidos fue intervenido por el FBI mediante intrusiones ilegales bastante más graves incluso que la relacionada con Watergate. Pero este tema nunca quedó reflejado en la opinión pública.

Noam Chomsky explica ese modelo de propaganda en donde los medios de comunicación deben adaptarse a las exigencias del sistema.

Si uno no se adapta al nuevo vocabulario y expresiones oficiales tendrá problemas. Aquellos que no muestren los valores y puntos de vista precisos serán considerados irresponsables, y tenderán a quedar arrinconados. Quienes se adapten -dice Chomsky- quizá tendrán libertad para expresarse con poco control por parte de los directivos y podrán afirmar acertadamente que no son objeto de ninguna presión para adaptarse.

El sistema de creencias tolera la prosecución de estrechos intereses, por ejemplo el patriotismo elemental, el deseo de pensar bien de nosotros mismos, de nuestras instituciones y de nuestros dirigentes. Esta premisa refuerza la creencia que nosotros el pueblo somos los que gobernamos, principio central del sistema de adoctrinamiento desde la primera infancia.

A finales de la década del ochenta Chomsky sugería que la organización y autoeducación de grupos en la comunidad, el activismo, la articulación de redes de comunicación serian elementos fundamentales para avanzar hacia la democratización de nuestra vida social. «Solo en la medida en que estos avances consigan prosperar, podemos esperar ver unos medios de comunicación libres e independientes.»

Hoy día las palabras de Noam Chomsky tienen una vigencia cruda y real con algunas cosas que suceden en nuestro entorno cercano. Sería interesante e importante que algunos dirigentes locales, opinadores ocasionales, militantes, e incluso aquellos que hacen mandados políticos,  lograran organizarse y viajar a Montevideo para nutrirse de este pensador enorme, exquisito,  jugado y referente del pensamiento político del mundo contemporáneo en clave de izquierdas.

Por Elio García

 

Salir de la versión móvil