A partir de este lunes 12 rige la esencialidad para los servicios de importación, producción, distribución y comercialización de todos los combustibles. La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, explicó que el gobierno adoptó esa medida tras largas reuniones con todas las partes del sector en una apuesta al diálogo, sin encontrar una solución ante el conflicto con el sindicato de trabajadores de Ancap.
En declaraciones a la prensa este lunes 12 por la tarde, la ministra Cosse explicó los alcances de la solicitud presentada al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que ya firmó el decreto correspondiente, que impone la esencialidad para todo el sector de los combustibles.
En ese marco, un informe de los inventarios de combustibles y análisis de riesgo prospectivo confirmó el desabastecimiento, que Cosse calificó de “preocupante”, pues en ese momento más de 50 % de las estaciones de servicio del país no tenían combustible para comercializar.
En cuando al supergás o gas licuado de petróleo (GLP) embasado en garrafas, utilizado por 90 % de los hogares de Uruguay tanto para cocción como para calefacción, la ministra explicó que hay en reserva para solo dos días de abastecimiento al público en general, cuando normalmente debe haber una previsión para 10 días.
Agregó que ante los problemas climáticos y las inundaciones en el litoral oeste y norte del país, una gran cantidad de compatriotas están afectados especialmente por el desabastecimiento de combustibles con riesgo de salud en muchos casos, ante lo cual obliga a priorizar las entregas. “Estamos ante una situación que amerita decretar la esencialidad” de los servicios, por lo cual se debió tomar esa medida.
Cosse agregó que, a su vez, el directorio de Ancap resolvió este mismo lunes por la tarde el reordenamiento del trabajo en la empresa, redefiniendo las guardias, turnos y formas de operación de forma de que el ente no quede sujeto a la realización de horas extras de trabajadores para el cumplimiento de sus cometidos.
Las horas extras se daban no por trabajo fuera de horario sino porque, tal como estaban definidos los turnos y las formas de operar, cuando en un grupo de cuatro funcionarios faltaba uno, la persona para suplantarla era convocada a través de esa modalidad. Ancap no puede depender de este sistema, indicó la ministra.
Por su parte, la presidenta de Ancap, Marta Jara, informó también este lunes que la reorganización del trabajo se realiza de manera coyuntural, pero aborda una problemática estructural. Explicó que desde hace varios años se aceptan dotaciones mínimas de persona por área en negociación con el sindicato.
A modo de ejemplo, Jara explicó el caso del muelle de La Teja, en el que estaba establecido la necesidad de contar con tres funcionarios por cada barco amarrado, independientemente de si estaba o no operando. En esas circunstancias, si no se llega a tener la dotación mínima requerida la alternativa era citar a funcionarios en horas extra para completar la dotación.
“Esa forma de trabajar tiene un costo muy alto, pero, además, no es una condición de labor aceptable en el largo plazo tener empleados realizando horas extras constantemente”, dijo..
“Por eso nos creemos que esta crisis, de alguna forma, se transforma en una oportunidad para finalmente dar este paso, que es muy importante para transformarnos en una empresa moderna, más ágil, en la que cada vez que se incorporan tecnologías pueda verlo reflejado en las formas de trabajo también”, enfatizó.
Jara añadió que ese reordenamiento se realizará en todas las áreas productivas y logísticas y de operaciones críticas como puede ser la facturación. A nivel de las gerencias, ya se definieron la nueva reorganización de las dotaciones y los turnos, para ser aplicados a partir de esta tarde