Hace siete años Mariel Foppiano desde la Argentina venía ayudando a su pareja José Vidal a encontrar a su madre que no veía desde hace treinta años- y que siempre conoció vivía en el barrio del Puerto de la ciudad de Carmelo.
José fue criado por sus abuelos, nació en nuestra ciudad y luego vivió en Montevideo, diversas circunstancias de su vida privada lo llevaron a vivir en Buenos Aires, Argentina; la última vez que vio a su madre tenía 17 años y fue en 1987.
La búsqueda tenía nombre y apellido: Beatriz Margot Vidal Valdez. El sábado recibíamos el primer mail de Mariel que decía:
» Buscamos desde hace siete años a Beatriz Vidal, vive a una cuadra del puerto, es madre de Ross Mary Vidal, de Sergio Victorio Vidal y José Vidal mi esposo. No la ve hace 30 años, no tengo dinero como para viajar y realizar una búsqueda o contacto. Si alguien se encuentra cerca y me puede hacer el favor de llegar hasta ahí, averiguar para conectarme lo agradecería mucho.»
La búsqueda
El sábado nos pusimos a trabajar en la redacción de Carmelo Portal. Conociendo el nombre y el posible lugar de la persona que se buscaba, consultamos con el historiador local Gonzalo Parodi, quien de inmediato comenzó una búsqueda que dio en pocas horas con la familia.
Este domingo, luego de hablar con ambas partes colaboramos en establecer el contacto entre madre e hijo, luego de treinta años sin tener noticias.
Esta tarde Mariel nos escribía, «agradezco muchísimo lo que hicieron, hacía siete años que la buscábamos y no conseguíamos la forma, la idea es q se reencuentren y nos conozcamos todos. Estamos algo complicados pero veremos mas adelante cómo se puede hacer, me preocupa que ella esta algo enferma y mi marido también.»
El primer contacto fue emocionante y lo hicimos utilizando el chat de facebook, luego de intentar por otras vías. A los minutos confirmamos el contacto y nos retiramos del chat, se trataba de un momento muy íntimo e intenso que respetamos.
Habían pasado 30 años y su madre le estaba enviando un mensaje a su hijo. Sucedió este domingo aquí en Carmelo y allá en Buenos Aires. La situación económica de ambas familias no permite a corto plazo un viaje para encontrarse. Seguramente la solidaridad y empatía de la gente podrá hacer realidad este encuentro tan necesario.