El poroto de soja tiene sus pros y contras: para los nutricionistas es un alimento completo, mientras que para los defensores del medio ambiente es una amenaza, ya que para plantarlo se deforestan enormes superficies de bosques en Sudamérica.
Sin embargo, no hay por qué renunciar al poroto de soja: por un lado porque la soja que se cultiva en Sudamérica se destina principalmente a alimento para animales, no personas, y por el otro porque también la cultivan pequeños productores en otras regiones. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas:
Los vegetarianos y los veganos suelen consumir la soja como reemplazo de la carne. Esto es posible porque la soja contiene mucha proteína. En 100 gramos de soja hay unos 40 gramos de proteína, 20 gramos de grasas y siete gramos de carbohidratos. Además, la soja aporta fibras y minerales, como el potasio, y vitaminas como la B3. El resto es agua. La soja tampoco contiene colesterol. Por eso, a largo plazo puede ayudar a bajar el nivel de colesterol y es útil para perder peso comiendo sanamente.
Sin embargo, no todo son ventajas con la soja, ya que contiene las llamadas sustancias antinutritivas que afectan la absorción de vitaminas, minerales y proteínas, como el ácido fítico. Además contiene fitoquímicos que eventualmente pueden provocar daños en el intestino. Por eso los expertos recomiendan no darle a bebés y niños productos de reemplazo en base a soja.
La gota es una de las formas de artritis más dolorosas. Ocurre cuando se acumula demasiado ácido úrico en el cuerpo.
Al igual que otras legumbres, la soja es un alimento que contiene purina. Al procesar la purina se forma ácido úrico en el cuerpo, que suele eliminarse. Sin embargo, las personas con gota no eliminan correctamente el ácido úrico, con lo que puede elevarse su nivel en sangre. El ácido se acumula en las articulaciones en forma de cristales y puede provocar molestias en los pacientes con gota e incluso un caso agudo de gota. Es por eso que los pacientes con gota harán bien en renunciar a los productos con soja.
Las personas sanas pueden consumir unos 25 gramos de proteína de soja al día, lo que representa unos 75 gramos de porotos secos. Se recomienda comerla fermentada o cocida. La soja fermentada se usa para hacer la salsa de soja y el tempeh, un producto fermentado típico de Indonesia. El miso también es una pasta de poroto de soja y se usa como base de sopas y salsas, como en el caso de la sopa japonesa de miso. Y desde ya no hay que olvidar el tofu, que se hace con soja.
En muchos restaurantes asiáticos también se la sirve como snack bajo el nombre de edamame, hervida en agua con sal y sazonada con sal marina.
Sin embargo, la soja también se puede preparar en casa en forma de hamburguesa. Para poder trabajar con los porotos, hay que ablandarlos por la noche. También quedan bien en sopas y guisos.
Por último, si le preocupa el origen de la soja que consume, lo mejor es buscar productos orgánicos y certificados.
dpa