Ayer

La Noche de la Nostalgia es una fiesta cultural que viene como anillo al dedo para la idiosincrasia uruguaya. Enaltecer todo tiempo pasado y presentarlo como el paradigma del sentimiento de pertenencia de algo que fuimos y se nos escapó.

Es un hecho con características extrañas. Por lo menos para mí. Dicen los que saben que este barullo viejo es tan exitoso que se convierte en la noche donde más uruguayas y uruguayos salen, utilizando una modalidad de escritura presidencial.

Tengo que ser honesto con el lector.
No tengo ese sentimiento de nostalgia al pasado. Pienso más en el presente y trato de vivirlo en buena forma, intentando ser una persona aplomada en mis juicios y miradas, no herir susceptibilidades y menos orgullos patrios.

Lo curioso de esta “celebración” es no comprenderla. Siempre que hablamos de temas vinculados con la drogadicción, el alcoholismo, lo relacionamos con la población más vulnerable: los jóvenes. Y en nombre de ellos, nosotros los viejos, intentamos moldear sus espíritus, poner en crisis sus resultados educativos e incluso destrozar vidas que luego se resuelven, en forma sensata, a través de consultas ciudadanas.

Criticamos a la juventud de hoy. En casi todos los medios de prensa siempre aparece algún comentario en tono crítico sobre esta franja etaria.
Pero la Noche de la Nostalgia es un gran espejo que algunos no saben mirarlo bien. Durante esa noche a lo largo y ancho de la patria, el Estado uruguayo utiliza cientos de miles de funcionarios para controlarnos. Concentra recursos humanos y financieros para crear un enorme operativo de vigilancia y control ciudadano. Y lo hace porque nosotros los adultos también no hemos aprendido a comportarnos “civilizadamente”, desde los imaginarios que plantea la cultura oficial actual.

Lo que somos hoy viene de lo que fuimos antes. En Uruguay se habla con rigor sociológico e histórico del pasado, pero somos impresentables imaginando el futuro. La capacidad más sobresaliente de imaginar el 2030 tiene forma de pelota de fútbol porque es lo más barato para dejarnos ilusionados y dominados.

La Noche de la Nostalgia es la venganza de los jóvenes. Muestra la sociedad que vivimos, la hipocresía del mundo adulto y la ilusión de intentar ser porfiadamente lo que nunca fuimos: John Travolta.

Elio García Clavijo

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