Por Miguel Guaraglia /
Un nuevo hecho de inseguridad tuvo lugar la pasada semana en nuestra ciudad. Esta vez la víctima fue un almacenero del Barrio Mihanovich, quien vivió momentos difíciles, llegando a temer por su vida.
Washington Ariola se encontraba en su comercio acomodando unos productos en una estantería, cuando se vio sorprendido por dos delincuentes que entraron de forma violenta y le exigieron el dinero que había recaudado ese día.
Según el testimonio de Ariola, “eran entre las 12.30 y la 1.00 de la mañana cuando me tomaron por sorpresa, me tiraron boca abajo, me colocaron una pistola en la cabeza y se apoderaron del dinero que había”.
El entrevistado relató además, “me dijeron que me quedara quieto, de lo contrario iba a ser peor”.
El comerciante fue rapiñado por dos individuos, uno de los cuales lo amenazó con un arma en la nuca mientras el otro, “pasó detrás del mostrador a sacar el dinero; dos o tres mil pesos, que era todo lo que tenía” detalló.
Una vez que lograron el atraco, huyeron rápidamente del lugar, y si bien el comerciante salió a ver hacia donde se dirigían “ya no pude verlos”, aseguró.
Ariola dijo además que se trataba de dos personas jóvenes, vestidas de oscuro, con capuchas, asegurando que a uno de ellos podría reconocerlo, ya que “es del barrio”, enfatizó.
El entrevistado informó que esta es la cuarta vez que le roban. “Lo que tengo es gracias a mi trabajo, es lo mío, yo pago los impuestos y debería ser dueño de trabajar hasta la hora que quiera sin tener que pasar por esto, pero así me quitan las fuerzas de seguir”, añadió.
Consultado acera del momento que vivió, el comerciante manifestó haber sentido temor de que dispararan el arma con la que lo amenazaron, debido a que “cuando tenía el revólver le temblaba el pulso y cuando pasaba el arma por la cabeza tuve miedo que se le disparara, y en ese momento pensé en mis hijos, por eso no reaccioné”.
El almacenero asaltado no hizo la denuncia, ya que anteriormente cuando lo ha hecho, “no he me han ayudado» expresó, «el único perjudicado termino siendo yo, mientras los delincuentes siguen sueltos”.
“En las rapiñas anteriores la policía no me dio respuestas, por eso le digo a los colegas que tenemos que ayudarnos y enfrentar esto. Nadie tiene por que quitarnos lo nuestro”, concluyó.