Mañana es la última sesión ordinaria del Municipio de Carmelo. Acaban de publicarlo en la red social Facebook y me entero que no hay temas a tratar.
Mañana solo se dedicarán desde las diez de la mañana a leer el acta anterior, luego a firmar expedientes contables y órdenes de compra, para luego dar lectura a actas atrasadas sin aprobar del Ejercicio 2017.
Estamos hablando de la misma institución local que le pidió a los carmelitanos un esfuerzo en pensar la agenda 2030. Son los mismos. Créanme por favor.
Y sí somos toda una curiosidad para un analista social, podemos tener la capacidad de reunirnos para imaginar nuestra ciudad en el 2030, pero carecemos del talante en enfrentar los problemas de todos los días. En transitar diariamente ese camino bastante complicado en solucionarle el problema a la gente que tiene ahora, no dentro de algo más de una década.
El Municipio de Carmelo cierra sin temas un año 2017, qué lástima.
Mañana podríamos -desde las barras- haber escuchado un debate interesante sobre la recolección domiciliaria de basura, la nueva incorporación de contenedores con un solo camión y el mismo personal. Adentrarnos en el tema de servicios en las playas de la ciudad, el fenómeno de los nuevos carritos y sus permisos municipales, las obras públicas que se están desarrollando en la ciudad. Cómo se administrará a partir de febrero los barracones del Barrio Lomas, quién se hará cargo de los gastos mensuales.
Temas sobran vecino. Usted que se levanta todos los días y camina la ciudad sabe donde están las interrogantes, los problemas,las soluciones y los desafíos.
No es buena cosa que un gobierno local termine el año con la hoja en blanco.
No le hace bien a la democracia, a la institucionalidad, a la representación de cada uno de estos actores que están allí por el voto popular de esta hermosa ciudad para trabajar por ella.
Es una lástima terminar así el año, firmando actas viejas, y sin nada que decir sobre el hoy.
Elio García Clavijo