El desafío de Carmelo en 2018 será definir la ciudad que queremos y darle sentido

Carmelo

Carmelo enfrentará seguramente en 2018 una de las tareas más complejas que ciudad alguna deba definir, la de ordenar sus espacios y darle sentido a las cosas. No tengan dudas que es el tema más importante de esta administración pública local y departamental.

Es un tema central en donde los actores sociales y políticos deberán estar dispuestos a trabajar duro en ello. Uno de los grandes desafíos será no convertir a la ciudad en un elemento exclusivamente de inversión inmobiliaria, sino también en un lugar donde se pueda poblar alejado de la especulación de los negocios, donde esté claro para todos el valor de lo urbano, la vivienda, los derechos ciudadanos y la uniformidad en equiparla a través de diseñadores que focalicen e interpreten nuestros espacios públicos, no como un capricho, no como un trabajo solidario gratuito, sino bajo el desafío de darle personalidad a la ciudad Fundada por Artigas.

Plantar árboles, diseñar jardines, establecer la señalética, colocar juegos, macetas, contenedores, necesita del aporte y estudio de profesionales urbanistas. No es cierto que cualquiera puede poner cualquier cosa en un espacio público. No se hace así, aunque sea un buen gesto solidario.

Siempre es igual

Vean, a través de los diversos gobiernos, hay cosas que no han cambiado. Un solo ejemplo: entre la construcción de la Doble Avenida en el norte (nunca inaugurada), a la Avenida Rodó en el sur (en etapa de culminarla), la participación de los actores públicos fue y es preocupante por cómo manejaron ambas obras y cómo la supervisaron.

Si la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de Presidencia de la República no puede sostener sus propios informes, de plazos de obra,  en forma sistemática,  algo grave está sucediendo. No es cualquiera que informa cosas que luego no se cumplen. ¿Imaginen que seguridad tenemos de los próximos proyectos como segundo puente, etc.?

La gentrificación en Carmelo

Desconozco si en las reuniones periódicas que realiza la Comisión Local de Ordenamiento Territorial con la presencia de la Dirección de Planificación Territorial y Descentralización de la Intendencia de Colonia se haya abordado el posible escenario de procesos de gentrificación en nuestra ciudad.

La «gentrificación» tiene que ver con inversiones privadas y públicas que mediante -por ejemplo- la mejora de una calle, el equipamiento de espacios públicos, la llamada puesta en valor, tiene el efecto indirecto en no solo transformar la ciudad sino en desplazar a grupos sociales.

Un estudio al que accedió Carmelo Portal realizado por el Programa para el Desarrollo de Entornos Virtuales de Aprendizaje en la Universidad de la República (ProEVA), de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración abordó la Valorización de los Bienes Inmobiliarios del Área de Influencia en la obra de Avenida Rodó en el “Proyecto de Mejora Urbana y Remodelación», asegura que en promedio una propiedad inmobiliaria en el área del Proyecto se incrementaría, luego de culminada Avenida Rodó en 22.2%. Esto es un ejemplo claro de gentrificación, un término en Uruguay casi inexistente y demasiado académico, pero que representa un problema a resolver.

Bajo términos como rehabilitación de una zona, revitalización o renovación urbana suelen  estar escondido intereses que apuntan a la mercantilización de las ciudades con el peligro de consolidar las diferencias sociales a escala territorial. Construir mañana sobre Avenida Rodó será mucho más caro. Este es una buena noticia para el sector privado, por eso es importante reconocer el beneficio del sector público.

Los desafíos

Carmelo tiene diversos desafíos a resolver de índole básico como podría ser encarar los problemas de saneamiento, las zonas inundables, definir una cartera de tierras para cubrir el déficit de viviendas, rediseñar el casco urbano de la ciudad con la nueva realidad del parque automotor, darle más espacio a los peatones. No seguir creando espacios públicos sin contar con un plan mantenimiento y cuidado de lo que ya tenemos, podría ser considerada una medida sensata.

La ciudad debe proponerse erradicar definitivamente los basurales endémicos, y para ello necesita establecer un sistema de gestión de residuos profesional y permanente. Las calles y avenidas deben permanecer limpias por costumbre ciudadana, pero también con barrenderos y equipamiento para lavar las calles y que no se muestren como hoy llenas de tierra y mugre.

Se debe mejorar la iluminación, que aún con el sistema LED, es deficitaria generando espacios de sombra.

Se trata de gestionar la realidad, y nadie más que los municipios que día a día atienden los pedidos de vecinos, hablan con la gente, escuchan sus quejas y también reciben elogios; son los que tienen la capacidad de resolver los problemas concretos.

El Gobierno Nacional, más allá de crear programas generales para los gobiernos locales, de invertir en ello, como hoy lo hacen, debería comenzar a escuchar las necesidades de la gente de los pueblos, que muchas veces es diferente de un lugar a otro.

Desarrollar políticas urbanas, no es como hacer chorizos, no es la misma camisa XL para todos. Hay que ponerse las botas, recorrer el país, y resolver las cosas del día a día.

Elio García

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