Entre 2009 y 2016, fallecieron ahogadas en Uruguay 174 personas menores de 19 años, una de las tasa más altas de América Latina, que afecta principalmente a niños de 1 a 14 años. Por esta razón, el Ministerio de Salud Pública instó a la población a extremar las precauciones en playas, piscinas y caudales de agua durante este verano. “Es un llamado de atención para todos”, enfatizó el subsecretario Jorge Quian.
Uruguay presenta una de las tasas más altas de América Latina con 174 personas menores de 19 años fallecidas por ahogamientos entre 2009 y 2016. Además, es la primera causa de muerte por lesiones no intencionales entre niños de 1 a 4 años y la segunda para niños mayores de 5 años. En esta franja etaria la primera causa en nuestro país son las lesiones por siniestros de tránsito.
En 2016, perecieron ahogados 10 niños de entre 1 y 14 años, informó Quian en conferencia de prensa este viernes 5. “Es una preocupación porque además de los niños que pueden morir hay otros que quedan severamente lesionados por las inmersiones en agua”, añadió.
El subsecretario de Salud Pública instó a los responsables de niños a extremar las precauciones no solo en las playas, sino también en las casas con piscina o pozos de agua. Recomendó instalar cercos con puertas y cerraduras alrededor de estos lugares.
Para atender esta problemática, el Ministerio de Salud Pública conformó la Mesa Interinstitucional de Seguridad Acuática, a fin de desarrollar una política que permita avanzar en la prevención. El grupo de trabajo también pretende generar acciones para fortalecer las medidas de rescate.
Este ámbito está integrado por la Sociedad de Pediatría de Uruguay, la secretaría Nacional del Deporte, la Intendencia de Montevideo, la Universidad de la República, la Asociación Nacional de Guardavidas del Uruguay, la Dirección Nacional de Bomberos, el Sistema Nacional de Emergencias, la Armada Nacional y la Asociación de Salvamento de Uruguay.
En todo el mundo, fallecen por hora unas 46 personas por inmersiones acuáticas, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La cifra incluye las pérdidas de vida registradas durante el cruce de refugiados que escapan de la guerra en el mar Mediterráneo.