La Ministra de la Suprema Corte de Justicia, Dra. Elena Martínez Rosso, asumió hoy la presidencia de la Suprema Corte de Justicia, cargo que ocupaba por tercera vez su colega Dr. Jorge Chediak González. Martínez es la tercera mujer que asume como Presidente, tal como antes lo hicieran la Dra. Jacinta Balbela de Delgue (fallecida) y la Dra. Sara Bossio.
Asistieron a la ceremonia los ex Presidentes de la República Dr. Julio María Sanguinetti y Dr. Luis Lacalle Herrera, el Ministro del Interior Dr. Eduardo Bonomi, la Ministra de Desarrollo Social Mtra. Marina Arismendi, el Fiscal General de la Nación, Dr. Jorge Díaz, autoridades nacionales, magistrados de todas las categorías, jerarcas administrativos del Poder Judicial, funcionarios y autoridades académicas de Udelar y UM.
En su alocución, la Dra. Martínez refirió a los desafíos de su gestión, mencionando:
1) Implementación de la ley de violencia hacia las mujeres basada en género, ley aprobada sin los recursos necesarios para su aplicación integral, sobre la base de la existencia de Juzgados Especializados que no fueron creados y, por tanto, resultan hoy inexistentes. Sobre este punto anunció que la SCJ planifica constituir una comisión que se expedirá sobre las necesidades y recursos que requiere la implementación de esta norma.
2) Apuntar a la consolidación del nuevo CPP. En tal sentido corresponde evaluar su funcionamiento y, en caso de considerarse pertinente, plantear la necesidad de contar con mayores recursos humanos y económicos. En referencia a este tema sostuvo que «las naturales dificultades que siempre surgen ante cambios procesales tan profundos como éste, pueden y deben muchas veces superarse si mantenemos un diálogo fluido y franco entre el Poder Judicial y la Fiscalía General de la Nación, para lo cual estamos abiertos y plenamente dispuesto».
3) Continuar con la implantación del Sistema de Gestión en todo el país, profundizando el modelo de gestión electrónica hacia un expediente 100% digital.
4) Avanzar en la consolidación del modelo de oficinas judiciales centralizadas donde sea posible, porque ello permite una mejor organización del trabajo e implica un ahorro de recursos humanos y materiales.
5) Continuar con el programa de mejoras edilicias en todo el país, con prioridad en las morgues del interior y comenzar con la remodelación del nuevo edificio para la Justicia de Paz de Montevideo en la calle 25 de Mayo (ex Caja Obrera).
«Tengo la ilusión de que en la próxima y última Rendición de Cuentas del período sean contemplados, al menos, algunos de nuestros reclamos presupuestales, a fin de mejorar nuestros servicios y responder así a las exigencias de la sociedad a la que nos debemos» enfatizó la novel Presidente de la Corporación, añadiendo que «el Poder Judicial se ha visto obligado, para funcionar normalmente y cubrir sus gastos, a adoptar una actitud mendicante que no se corresponde con la dignidad de un poder del Estado, no con la de los jueces que son sus titulares».