El arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla en el programa semanal “La Alegría del Evangelio”, de Radio Oriental, de este domingo 11 de febrero hizo algunas importantes reflexiones en torno a la realidad nacional. Destacamos algunos tópicos de la misma:
«Han surgido –a partir de lo que significa el tema tan controversial de la ideología de género- familias inquietas, que se han reunido para presentar una propuesta diversa, amparándose en la Constitución de la República -que es clarísima al decir que el derecho y deber de la educación de los hijos corresponde a sus padres.
Entonces, son los padres aquellos, que quieren determinar, sobre todo en materias tan delicadas como la educación moral y la educación sexual de los chicos, el tipo de educación que quieren para sus hijos, tal como lo señala el artículo 41 de la Constitución de la República. Esta red de padres que defiende este derecho en un sentido muy positivo, pretende llegar a muchas familias y presenta una propuesta diversa para que se formen educadores, que atiendan a este clamor de los padres y respeten la libertad.
En definitiva, es luchar por la verdadera laicidad, que no es la imposición de una doctrina determinada, sino que es la apertura en la sociedad plural a distintas visiones, donde una visión humanista tiene su cabida”.
Más adelante el arzobispo de Montevideo, comentó en el programa radial, que “los uruguayos estamos con una dificultad, vamos muy rápidamente al insulto, al denuesto, y a no escuchar lo que el otro piensa, sino que lo catalogamos y lo descalificamos. Pero cuando nos toca recibir, es cuando más nos duele.
Por ejemplo, lo que pasó con las palabras que dije en el ‘Rosario de bendiciones para las familias’, acerca de la ideología de género, se prestaron para una cantidad de cosas que no tienen nada que ver con lo que realmente afirmé.
Según el consejero Pablo Caggiani los liceos de gestión privada y gratuitos son «ideas del pinochetismo»…
Vemos, entonces que rápido vamos al insulto, que rápido vamos a catalogar al que piensa distinto. Fue lo que sucedió con el maestro Pablo Caggiani, integrante del Consejo de Primaria, quien dijo que los liceos de gestión privada, gratuitos Impulso, Jubilar, confundiendo los conceptos, eran ‘ideas del pinochetismo’. Al establecer un nexo entre Pinochet y estas iniciativas, le hace un flaco favor a la realidad de estos centros educativos”.
El cardenal Sturla enfatizó que, ante esta realidad “tratemos de vivir un país que en su diversidad, propia de una sociedad democrática, podamos tener una palabra que decir, donde sepamos escuchar al otro sabiendo que tenemos diferencias, discrepancias, que es propio de la libertad. En cambio lo otro es el pensamiento único, que se impone, que no reconoce otra realidad que la de sí misma, que mira la realidad con anteojeras”.
«Venezuela está sufriendo una verdadera dictadura, donde los más pobres dentro de los pobres, son los más perjudicados”.
Y concluyó: “veamos lo que está pasando en Venezuela y debemos darnos cuenta, en lo que Uruguay no puede caer; tenemos que hacer mucho para que eso no nos pase. El pueblo venezolano está sufriendo una verdadera dictadura, donde los más pobres dentro de los pobres, son los más perjudicados”.