Por Elio García
“Ver es el paraíso del alma», esta frase atribuida a un papa de la Edad Media viene a lugar para recordar a Sergio Casanova, el fotógrafo de la ciudad que registró cotidianamente miles de fotos de nosotros, principalmente en reuniones de familias, cumpleaños, celebraciones y encuentros de todo tipo.
Sergio no solo fue fotógrafo, también debe ser recordado como periodista y pionero en muchas ideas que las realizó con una fuerza de voluntad y dedicación digna de resaltar. Armó su propio estudio de televisión en su casa para emitir por Carmelo Cable Visión semanalmente un programa con invitados donde abordaba diversos temas sociales.
También incursionó en la radio y tenía un programa de sociales en Radio Carmelo donde mantenía una fluida charla recordando los cumpleaños de la gente y en nombrar parte importante de la vida cotidiana de los vecinos en sintonía con la alegría y la vida sana. Trabajó en la primera etapa de RadioLugares realizando diversos programas.
Falleció Sergio, dice el mensaje que me envió un amigo. Y lo primero que me vino a la mente fue reconocer de inmediato la importancia de su legado que está principalmente en sus fotografías. En su profesión atravesó todos los cambios tecnológicos adaptándose a la realidad. Conformó una linda familia y supo delegar en uno de sus hijos la casa Sergio Foto Videos que sigue ofreciendo todo lo que Sergio dejó como legado, una buena imagen.
Con la ausencia de Sergio la sociedad carmelitana pierde una persona pensante, alguien lleno de ideas que no buscaba nunca el protagonismo, pero no era ajeno a contribuir en cualquier ámbito con sus miradas urbanas.
Se nos fue el fotógrafo de las familias, el que registró a muchos carmelitanos y pobladores de la zona en sus vidas íntimas, desde el casamiento, la llegada de los hijos, los cumpleaños de 15, las fiestas familiares o entre amigos.
Una fotografía marca un instante preciso, una comunión entre quien hace la toma y aquel que en pose queda registrado para siempre. Las fotografías nos traen recuerdos, marcan con el paso de los años la vida de quienes van creciendo o aquellos que ya no están.
Sergio permanecerá vigente ahora en cada fotografía bien guardada por cualquier vecino. En un retrato colgado en algún lugar de una casa imagino a una quinceañera sonriendo o a una pareja de recién casados, bañados en arroz, saliendo rumbo al futuro llenos de ilusión y alegría.
En todas esas fotos permanecerá Sergio.