La medida de aplicación inmediata dispuesta por el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Marcos Carámbula, para que los 42 directores de hospitales públicos concursen para mantenerse en sus cargos ya empezó a tener consecuencias. A última hora de ayer, al menos dos directores de centros del interior del país renunciaron a sus cargos, informó este viernes El País
El matutino capitalino señaló que varios médicos están evaluando presentarse al llamado «dependiendo de las condiciones del concurso, de los métodos de evaluación de los proyectos y de las perspectivas de los cargos, las condiciones del mismo y de qué recursos dispondrán». La semana pasada el directorio habría informado a la Regional Oeste de ASSE de las nuevas bases de los concursos.
Por su parte se conoció que la Federación Médica del Interior (FEMI) apoya los concursos pero «con proyectos de gestión, con seguimiento y evaluación», algo que se impulsa desde la propia ASSE.
Gustavo Fernández, Presidente de FEMI, informó a El País que «siguen siendo cargos de confianza y removibles si no se cumplen los objetivos». «Por el grado de responsabilidad que revisten con la comunidad y con los lineamientos del Poder Ejecutivo, pensamos que los contratos deben ser a término con la posibilidad de renovación en base a la eficiencia y eficacia de lo proyectado y logrado», opinó.
Para Fernández, «los hospitales son instituciones muy complejas inmersas en una organización aún más compleja, necesitan personas capacitadas y preparadas para su conducción. El Uruguay los tiene, hay que darles la oportunidad», agregó. La medida de impulsar los concursos para que médicos accedan a las direcciones de hospitales, se tomó en medio de varias investigaciones de la Justicia Penal a jerarcas y exjerarcas por presuntas irregularidades en sus gestiones, publica el matutino.