“Estamos conformes con los avances de los diferentes procesos y la ejecución de la primera fase de la etapa dos”, afirmó el responsable del proyecto de desarrollo de UPM en Uruguay, Petri Hakanen, en referencia a la proyectada segunda planta de celulosa. Ahora se ingresa en la siguiente fase, relacionada con el puerto, los protocolos laborales y el ferrocarril, punto en el que “se cumplen los tiempos previstos”, destacó.
“El proceso para la posible instalación de una nueva planta de celulosa consta de tres etapas, de las cuales la primera culminó en noviembre de 2017 con la firma del contrato de inversión entre el Gobierno y la empresa”, recordó el vicepresidente senior del Proyecto de Desarrollo en Uruguay de UPM, Petri Hakanen, durante el reporte de actualización que brindó junto con el gerente general de UPM Forestal Oriental, Javier Solari, este jueves 26 en Montevideo.
Actualmente, se transita la segunda etapa, que involucra el desarrollo de la infraestructura, la preingeniería y los permisos necesarios, que desembocará en una potencial decisión de inversión por parte de la empresa. Manifestó conformidad con los avances de los diferentes procesos. Resaltó que se ingresa en la siguiente fase relacionada con el ferrocarril, el puerto y los protocolos laborales.
“Se viene trabajando muy bien con el Gobierno”, sostuvo Hakanen. Detalló que “se avanza en la ingeniería básica para los permisos que se han presentado y en los estudios de viabilidad ambiental”. En cuanto al ferrocarril, destacó que se cumplen los tiempos previstos. En referencia al puerto, informó que “las autoridades aceptaron una iniciativa privada y se inició el proceso de obtención de permisos”.
Otro de los aspectos fundamentales para la empresa es el laboral. En este sentido, manifestó que “un proyecto exitoso necesita relaciones laborales predecibles, con reglas claras, diálogo abierto y fluido con todos los grupos de interés”. Finalmente, señaló que “se han firmado los contratos relacionados con la energía y avanzan los procesos formales administrativos”.
Por su parte, Solari destacó que la actual planta instalada en Fray Bentos “es la más monitoreada del mundo”. Recordó que la empresa cuenta con certificaciones de organismos internacionales, que destacan la transparencia y la eficiencia en temas ambientales.
Actualmente, la empresa se prepara para el inicio del estudio de impacto ambiental. Valoró en forma positiva que “en la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) hay un equipo preparado para la evaluación de estos temas, porque ya hay experiencias similares desarrolladas en el país”.