Tiene 12 años, ganó una beca para la NASA y en las redes le hacen bullying, publica Clarín de la Argentina.
Valentina Oundjian tiene 12 años y fue tema de la semana en nuestro país por su flamante logro. Fanática de la NASA, la joven que cursa el primer año del Liceo Francés, logró una beca para participar del campamento de la agencia espacial estadounidense y en una entrevista con el diario El País contó su historia con orgullo. Pero en las redes hubo muchos que no entendieron nada, informa Clarín.
«Parece de 29 y madre de dos pibes», «12 de aporte a la jubilación», «12 años haciendo brazos en el gimnasio», «12 en cada pierna tiene la vieja esa», fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer en Twitter. Eran los comentarios que algunos usuarios hicieron en respuesta a la publicación de El País.
No fueron todos, es cierto, e incluso hubo muchos que, indignados al ver estos ataques injustos, salieron a defender a la chica. Pero a poco de publicarse la noticia, tanto entre los comentarios del artículo como en las redes sociales, hubo críticas al físico de una adolescente que, a falta de seis años para ser mayor de edad, ya demostró ser más valiosa que muchos adultos.
Es que Valentina estuvo dos meses creando un proyecto que le valió su pasaje para el evento anual que organiza la NASA llamado Space Camp (Campamento Espacial) en Huntsville, Alabama, Estados Unidos. ¿Cual fue la idea que la llevó a conseguir la beca? Un pasteurizador de agua de lluvia.
Según explicó la chica, su trabajo consiste en un recipiente que toma el agua de lluvia y la hace pasar por un caño en el que permanece hasta llegar a los 65°C. Ahí es cuando se pasteuriza, «queda libre de bacterias y gérmenes y se puede tomar». En enero, dos semanas antes de que se venciera el plazo, lo envió y hace unas semanas llegó la respuesta al mail de su mamá.
Su madre esperó a que volviera del colegio y juntas lo leyeron. Se abrazaron y lloraron emocionados. El próximo 29 de julio, mientras algunos estén lanzando tuits cargados de odio y envidia, Valentina saldrá a la calle, irá al aeropuerto y se subirá a un avión que la lleve a cumplir su sueño. Algo que no se puede explicar en un tuit, sugiere Clarín.