En el puerto de Montevideo se encuentra atracado el buque Ro-Ro, “Indigo I”, de bandera panameña, que fue adquirido en Italia por el armador paraguayo Independencia Shipping Lines (ISL), informa Mundo Marítimo.
Esta firma utilizará la nave para comenzar, en breve, a operar el servicio de transporte fluvial de carga que unirá los puertos de Juan Lacaze (situado 150 kilómetros al oeste de Montevideo) y Buenos Aires.
“Estamos listos para empezar (a cubrir la ruta) tan pronto tengamos la confirmación (de la Administración Nacional de Puertos) de que el puerto de Juan Lacaze está en condiciones de recibirnos”, aseguró el director de gerencia de ISL, Gabriel Kaklouk, a MundoMarítimo, a bordo de la nave.
“Falta un alistamiento mínimo del buque al que se le está realizando el mantenimiento”, habitual, luego de una travesía que superó los 30 días, indicó Kaklouk. “Luego de esto, lo único que nos queda es que el transporte terrestre confíe en este ventajoso servicio”, añadió.El entrevistado relató que la firma a su cargo viene trabajando hace más de un año en el proyecto que permitirá reactivar el puerto de Juan Lacaze, ubicado en la margen oriental del Río de la Plata.
El recinto cuenta con un muelle de 98 metros de longitud y una profundidad de 4,5 metros. La empresa Líneas Platenses, cubrió el servicio entre Juan Lacaze y Buenos Aires desde 1994 y hasta que la frecuencia fue discontinuada, en 2006.El “Indigo I” fue construido en 1990, tiene 125 metros de eslora, 20 metros de manga, velocidad de 21 kilómetros por hora y capacidad para 60 camiones. “La gran ventaja respecto a otros buques (de su tipo) es que tiene una doble rampa que optimiza la operativa”, apuntó.“Nuestro objetivo es que las empresas de transporte de carga puedan ir y regresar en el día, con horarios establecidos.
Pretendemos llegar a Buenos Aires entre las siete y ocho de la mañana y salir a las 18:00 horas de la capital argentina para regresar a Juan Lacaze antes de la medianoche”, con una frecuencia diaria, explicó Kaklouk.El empresario destacó que el proyecto aporta mayor seguridad a la carga, a las unidades y sus chóferes, quienes podrán ir descansando en áreas apropiadas de la embarcación. Además, reduce el tiempo de traslado de bienes y evita las demoras prolongadas que se generan en los cruces fronterizos entre ambos países. También es beneficioso para el medio ambiente en el entendido que en el transporte fluvial se limitan las emisiones contaminantes respecto a las de estos rodados.
Vía Mundo Marítimo