La encuesta generó información vinculada con la salud, el entorno familiar y la crianza, lo cual dio elementos para saber qué políticas públicas se deben ajustar para que sean más adecuadas y profundas en la atención de las problemáticas.
“Es un trabajo que se realizó con las entidades que trabajan en primera infancia, como las carteras de Desarrollo Social y de Salud Pública, el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay”, informó Giorgina Garibotto, técnica del programa Uruguay Crece Contigo.
Entre los puntos clave de la investigación, Garibotto resaltó que el país está bien respecto de otros de América Latina en cuanto al ambiente de crianza entre los niños de cero a seis años, pero hay problemas en las desigualdades socioeconómicas.
Añadió que la situación de que Uruguay sea un país de renta alta trajo aparejado problemas como el sobrepeso y la obesidad, que se ven con mucha fuerza a partir de los dos años de edad.
“A partir de los dos años, los niños comienzan a comer de todo lo recomendado y lo no recomendado, sin el control de los adultos”. En tal sentido, los alimentos ultraprocesados, ricos en grasas y, sobre todo, las bebidas azucaradas pasan a tener un peso importante, lo cual también se repite en la merienda en los centros escolares.
En relación a las prácticas vinculadas con el acto de comer, el estudio revela que 70 % de los niños viven en hogares en los que refieren tener una rutina establecida a la hora de las comidas. El 97 % de ellos realiza las cuatro comidas principales del día y 8 de cada 10 hacen colaciones, en las que se incluyen mayoritariamente frutas o lácteos o panificados.
La mitad de los niños comparte entre dos y cuatro comidas con algún integrante de la familia, en particular la cena, que se comparte en 94 % de los casos.
Otros datos de la encuesta indican que el 44 % de los niños consultados consumieron todos los grupos alimentarios recomendados por el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Dentro de las prácticas alimentarias inadecuadas, se indica que uno de cada cinco niños bebe jugos o refrescos azucarados para calmar la sed y el 20 % de ellos incluye en sus colaciones alimentos ricos en sal, grasa y azúcar.
También se señala que en el 59 % de los casos las meriendas que consumen en el centro educativo están compuestas por alimentos no saludables.
Respecto del estado nutricional, el exceso de peso continúa siendo el problema nutricional más relevante, uno de cada tres niños muestra un peso superior al esperado, lo cual representa más del doble de lo considerado según los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud validados en Uruguay.