El 30 de mayo a las 19:15 horas la Alcalde Alicia Espíndola llegó al sector de los Barracones del Barrio Lomas que tiene jurisdicción el Municipio de Carmelo. Fue a darle de comer a unos perros que allí habitan dijo la alcalde. Se encontró con la puerta de ingreso abierta y no estaba a simple vista el Sereno que cumple horario de 19 horas a 7 de la mañana.
Espíndola no ve al personal de seguridad asignado y llama al propietario de la empresa, quien promete devolver el llamado para ver qué estaba sucediendo. A las 20:05 de ese día llama el sereno a la Alcalde y le explica que se encontraba “en el fondo con una linterna.” También le advierte en esa misma llamada que si no colocan focos de luz no irá más a realizar “recorridas” en ese sitio por estar en una situación de riesgo.
El 31 de mayo a la mañana Alicia Espíndola recibe una llamada de la Concejal Ivelice Careac, consulta si el sereno había estado esa noche porque confirmaba que en los barracones habían robado. En efecto según el parte policial personal de la seccional tercera se entrevista con un funcionario municipal quien dio cuenta que a la hora 10:15 constataron una puerta del fondo de los galpones abierta y el faltante de aproximadamente 10 motos.
El lugar del robo no es zona controlada por el Municipio de Carmelo y tampoco compete su vigilancia a la empresa privada de seguridad. Esa parte la gestiona la Intendencia de Colonia, pero igual la Alcalde cuando se entera del robo llama a la empresa de seguridad que presta servicios para el municipio y lo entera de la situación.
En la sesión del Municipio el hecho fue tema de debate, allí la Concejal Rachell Bastarreix (FA) expresó su preocupación señalando que “si Alicia pudo entrar -cuando el sereno estaba de recorrida- veo que puede entrar cualquier persona ¿por qué no cerró el portón?,” se preguntó.
Esa noche -aseguró Bastarreix- un familiar suyo que vive en proximidades de donde ocurrió el robo sintió varios viajes de moto, sin confirmar relación el hecho.
La duda ganó a los concejales, sobre un dato final que da la Alcalde Alicia Espíndola y que pone en entredicho la seguridad del lugar, “cuando el sereno está pone un candado para que nadie entre, esa noche que fui el candado no estaba puesto,” advirtió la jerarca.
Bastarreix respondió a ese dato que “se cae de maduro que si salís a recorrer no podes dejar abierto el portón. Entró la alcalde pero podía entrar cualquier persona”, reflexionó.
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