Ekaterimburgo (Rusia) (EFE).- Óscar Washington Tabárez, seleccionador de Uruguay, afirmó este jueves en rueda de prensa que se alegrará por Mohamed Salah si al final consigue jugar después de la lesión que sufrió en un hombro durante la final de la Liga de Campeones que disputó ante el Real Madrid.
El técnico del combinado charrúa analizó el choque ante Egipto con el que su selección se estrenará en el Mundial de Rusia y, uno de los aspectos del choque que tuvo en cuenta fue la posible presencia de la estrella del conjunto africano.
«Lo de que juegue Salah, me alegraría por el jugador después de esas circunstancias en un partido soñado en el que tuvo accidente. Despierta solidaridad. No es la primera vez que ocurre en el fútbol. Puede pasar en cualquier momento», comentó.
«No sé en realidad (si va a jugar), porque la recuperación la hizo él en Inglaterra con privacidad y no puedo saber. No es que vayamos a hacer un esquema de integración si juega o no Salah. Es un talento del fútbol, como Neymar, Messi y hay que tomar precauciones y tratar de controlar sus puntos fuertes, que son muchos», apuntó.
Tábarez también habló sobre el entrenador de Egipto, Héctor Cúper, de quien recordó todo el tiempo que ha pasado desde que le conoció en 1991. En ese momento, el técnico argentino aún era jugador y Tabárez dirigía a Boca Juniors.
«Ese año cuando dirigía a Boca, él era futbolista. Entonces empezó su carrera como entrenador. Es un discípulo de Carlos Griguol, que ganaba con equipos pequeños a equipos grandes. Ha sido declarado el mejor entrenador de África, tiene a un jugador como Salah, uno de los mejores del mundo. Vamos a intentar controlar sus virtudes e intentar que salgan las nuestras, si es que las tenemos», apuntó.
El técnico de Uruguay también recordó su carrera con la selección uruguaya, a la que ha dirigido, con el de Rusia, en cuatro mundiales. Tabárez declaró que lo que más le sorprende es el «paso del tiempo» e hizo un análisis exhaustivo de cómo ha cambiado el mundo del fútbol hasta 2018.
«Cuando comenzamos en 2006, después del Mundial de 1990, uno de los proyectos era reubicar al fútbol uruguayo en el concierto mundial. Los cambios han sido espectaculares. No es lo mismo 1990 que 2018. El mundo es otro. Uruguay, en los inicios del mundo, era una potencia que ganó dos Juegos cuando no existía la Jules Rimet», señaló.
«Después venció en 1930, en 1950 y hasta 1954 no perdió un partido en la Copa del Mundo. Lo hizo hasta Hungría. Después de 1950 hubo un corte y siempre nos preguntamos cómo se hacía. Fue a través de un proyecto de trabajo en el que queríamos dar una imagen nueva en el mundo. Que no se nos asociara a veces injustamente con el juego violento», añadió.
Tabárez recordó que la selección uruguaya actual es el resultado de un proyecto a largo plazo en el que se ha cuidado la cantera y que, en la actualidad, está dando sus frutos en un país que sólo tiene tres millones de habitantes.
«Cuando sale un jugador en Uruguay, salen veinte en Brasil. Es un periodo largo de tiempo y ahora me encontré con la sorpresa de que Uruguay, cuando fue campeona de América, Federico Valverde, tenía once años. Ahora está con la selección nacional. Eso nos satisface», comentó.
También habló sobre el estado en el que llegan sus jugadores después de toda la temporada e indicó que todos han completado un «curso extenuante» y que se establecieron prioridades en el descanso dependiendo de la situación personal de cada uno.
«Muchos jugadores uruguayos salieron campeones. En el punto de vista táctica trabajamos sin quejarnos del poco tiempo que tenemos, cada vez es menos. Es difícil hacer una preparación para dar una base física. Estamos conformes. Ahora andamos protestando por algunas cosas puntuales que siempre pasan en momentos previos. Es el momento de la tranquilidad. Lo que hemos hecho hasta ahora es la base actual», concluyó.
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