El pasado 13 de junio la Diputada (S) Silvia Hernández por el Partido Nacional habló en la media hora previa sobre la situación que se vive en los centros educativos rurales del departamento y en especial del Jardín Nº 132 de la ciudad de Colonia del Sacramento.
Hernández advirtió falta de conectividad y carencia de servicios básicos, «en el medio rural por ejemplo,la falta de conectividad impide llevar a cabo las diversas actividades que se proponen desde el Plan Ceibal y que enriquecen tanto la practica educativa. Muchas escuelas no cuentan con agua potable y, aunque reciban partidas extra para la compra de agua mineral, es insólito que centros adónde acuden niños pequeños carezcan de lo básico como es el agua.»
También señaló que «otro tema que genera inquietud y malestar en la sociedad (especialmente rural) es la falta de limpieza de los predios que rodean las escuelas, la cual si no se hacen cargo los padres el Consejo no interviene como es su deber. También hay problemas con las auxiliares de servicio, ya que son pocas y cuando tienen licencia por enfermedad no tienen suplente y nadie puede realizar su tarea, me refiero específicamente a las cocineras, lo cual lleva a que los niños no cuenten con su almuerzo o merienda como corresponde.»
La diputada nacionalista puso énfasis en denunciar «la situación del Jardín de Infantes 132 de Colonia del Sacramento dado que en varias oportunidades me han llegado quejas y reclamos por la situación que pasan y considero refleja la de muchas instituciones del departamento.»
«El mismo tiene una antigüedad de 54 años, allí concurren 219 niños cuyas edades oscilan entre 3 y 5 años. Aún trabajan con el mobiliario de la época de su inauguración , el cual está visiblemente deteriorado. Desde la Dirección se ha pedido a Primaria la renovación del mismo, pero , a pesar de que hay disponibilidad para su renovación, la misma no se lleva a cabo y los niños siguen trabajando con muebles en estado de precariedad.»
«Al igual que en el medio rural, hay problemas con las auxiliares de servicio ya que una se jubiló (por su edad) quedando el puesto, desde el año pasado vacante y otra hace cinco años está pidiendo licencias médicas y nadie la suple. Esto lleva a que las maestras no cuenten con ayuda para atender a los niños que, dada su edad, necesitan mayor dedicación personalizada . Es así como la calidad de los aprendizajes se ve disminuida dado que el esfuerzo mayor de las docentes es mantener a todos los alumnos en su actividades sin poder trabajar la diversidad como sería lo ideal en un sistema que es inclusivo y por lo tanto los niños son muy heterogéneos. La inclusión es bienvenida por todos pero debe estar respaldada por las herramientas necesarias para sostenerla,» comentó.