El jugador del Juventus fue uno de los cuatro jóvenes jugadores que jugaron de inicio ante Egipto en el centro del campo. Después de una primera parte dubitativa, reaccionaron en la segunda para conseguir los tres puntos con un gol de José María Giménez.
«Estoy muy tranquilo y la verdad que no demuestro nervios. Uno inconscientemente los tiene. El maestro (Tabárez) a los más chicos nos da confianza y vamos demostrando y mejorando poco a poco. Hago hincapié en la confianza del maestro y de los jugadores. Y es increíble», comentó.
También recordó el encuentro ante el cuadro africano y señaló que el primer tiempo no «fue muy bueno» en general porque Uruguay no llegó con claridad al ataque.
«Nos faltó un poco de juego por las bandas. El tema de tener la pelota fue bueno. No fuimos muy contundentes y directos. Era el primer partido del Mundial, los nervios jugaron en contra y lo más importante es que llega el siguiente partido», explicó.
Asimismo, habló sobre las estadísticas que tras el partido contra Egipto indicaban que fue uno de los jugadores que más acaparó la pelota: «Me gusta agarrarla y tenerla. Más que nada, los centrocampistas y los delanteros, enlazar fue lo que nos costó un poco. Los nervios de no querer salir y dejar lejos la defensa nos jugó un poco en contra. El primer partido pasó, los nervios quedaron atrás», concluyó.