Nizhny Novgorod (Rusia) (EFE).- Ajeno al resto del grupo, que se entrena todos los días unidos alrededor del «Maestro» Óscar Tabárez, Fernando Muslera, se ejercita junto Martin Campana y Martín Silva, sus compañeros en la portería de Uruguay y testigos más directos del estado de ánimo de un hombre a punto de igualar un récord, el del mítico Ladislao Mazurkiewicz.
En los últimos días el sol no ha dejado brillar sobre el Sports Centre de Borsky de Nizhny Novgorod, donde Uruguay entrena y duerme en el Mundial de Rusia. Y allí, uno de los componentes de la selección charrúa, brilla con luz propia.
Muslera está a un paso de igualar los 13 partidos que disputó en los Mundiales su compatriota Ladislao Mazurkiewicz, uno de los mejores porteros de la historia que llegó a ser considerado de los más valiosos del planeta en los años 60, su década dorada.
Mazurkiewicz jugó los Mundiales de Inglaterra 1966, México 1970 y Alemania 1974. En todos completó grandes actuaciones, pero sobre todo en México, donde llegó hasta las semifinales, fue eliminado por el Brasil de Pelé y posteriormente fue elegido el mejor portero del campeonato.
Fallecido en 2013, añadió a su gran historial mundialista una Copa Libertadores y una Copa Intercontinental que arrebató al Real Madrid con el Peñarol. Además, en el partido de despedida de Lev Yashin, sustituyó al mítico portero ruso en el descanso y recibió sus guantes. Con ese gesto, «la Araña Negra» trasladó al uruguayo de forma simbólica el título de mejor portero del mundo.
Décadas después de su último partido en un Mundial, Fernando Muslera está a un sólo paso de igualar los 13 partidos de Mazurkiewicz. Si no hay ningún contratiempo de última hora, el «Maestro» Óscar Washington Tabárez alineará ante Arabia Saudí al portero del Galatasaray e igualará un registro que dura 44 años.
Muslera reparte sus cifras mundialistas en siete encuentros en Sudáfrica 2010 (como Mazurkiewicz, consiguió quedar en la cuarta posición), cuatro en Brasil 2014 y uno, ante Egipto, en el Mundial de Rusia que todavía está en marcha.
«Me llena de orgullo que mi nombre esté en el top de esa lista de Uruguay. Es un orgullo personal y también para mi familia. Toda la vida quise jugar al fútbol, llegar a Europa y defender a la selección. Esto que se ha dado no ha sido fácil y se ha conseguido gracias a todos los compañeros que he tenido», declaró esta semana el protagonista.
Curiosamente, ese récord uruguayo, si lo supera Muslera en el último partido de la primera fase que disputará contra Rusia, lo habrá conseguido un hombre que nació en Buenos Aires el 16 de junio de 1986. Lo hizo justo minutos después de que Pedro Pasculli marcara a Uruguay el gol que clasificó a Argentina a los cuartos de final del Mundial de México 1986.
En una entrevista publicada por FIFA hace en 2017, Muslera relató cuáles son sus verdaderos sentimientos: «A los ocho meses (después de nacer en Buenos Aires) volvimos a Uruguay, obviamente sin forma de saber lo que pasaría conmigo después. Con todo respeto, mi pasaporte dice nacionalidad argentina, pero mi sentimiento es ciento por ciento uruguayo».
El caso es que Muslera es charrúa sin fisuras. Lo demuestra en cada entrenamiento, en cada gota de sudor que da por su país. En pocas horas, su trabajo se convertirá en un récord increíble que querrá ampliar con una participación extensa de Uruguay en el Mundial de Rusia. No sólo quiere igualar a Mazurkiewicz. También quiere superarle.
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