«Está claro que tenemos otras prioridades, además de ganar el partido. Debemos mostrar nuestra capacidad competitiva. Y en eso haremos hincapié en el partido de mañana», dijo Pizzi en rueda de prensa en el estadio Rostov Arena.
Pizzi, que fue responsabilizado por la federación saudí del mal juego de su equipo contra Rusia y incluso se especuló con su destitución, subrayó que el cuerpo técnico ha sido «muy autocrítico».
«El máximo responsable soy yo. Tenemos que revertir la sensación del primer partido. Estamos preparados para hacer mañana un buen partido», dijo.
El hispano-argentino resumió así el cometido para este segundo partido: «Al margen de la táctica, debemos mostrar capacidad combativa. Es la única forma de disputar un partido de fútbol».
«Más aún contra un equipo que hace de eso una de sus principales banderas. Lo mínimo es combatir con la misma energía que ellos», agregó.
Reconoció que el partido será «completamente diferente» al de Rusia, ya que la selección charrúa «tiene sobre todo dos jugadores en ofensiva que son referencia a nivel Mundial», Luis Suárez y Edinson Cavani.
Pizzi insistió en que, en el poco tiempo que lleva en el cargo, los jugadores saudíes le demostraron que «pueden competir con los mejores» y así lo demostraron en amistosos contra algunas de las selecciones mejores del mundo, como Bélgica o Alemania, además de Grecia o Perú.
A su vez, defendió la idea de enviar a jugadores saudíes a la liga española a ganar experiencia, aunque finalmente apenas dispusieron de tiempo de juego.
«Incluso considerando que no jugaron apenas, incluso así, fue beneficioso porque hemos recibido jugadores que han progresado profesional, física y tácticamente», indicó.
Y subrayó que el fútbol «no es magia» y que para cambiar hay que trabajar mucho durante largo tiempo.