Expectativa, emoción, alegría, dudas, incertidumbre, sorpresa, miedo, tensión y desilusión final. Mucha desilusión. Todo eso, y seguramente en ese orden, sintieron los millones de argentinos que vieron cómo su seleccionado era goleado 3-0 por Croacia en Rusia y quedaba casi eliminado del Mundial.
Miles de hinchas se acercaron este jueves por la tarde a la plaza San Martín, del barrio de Retiro, donde el gobierno de Buenos Aires instaló una de las dos pantallas gigantes (la otra en el Parque Centenario) para que los argentinos pudiesen ver a su selección.
Minutos antes del comienzo del partido, que se jugó en horario y día laboral, miles de hinchas coparon la plaza con la esperanza y la ilusión todavía intacta.
Además, jóvenes con pecheras del gobierno de Buenos Aires pintaban las caras de los presentes con los colores de Argentina mientras una decena de vendedores ambulantes ofrecían banderas, gorros y cornetas albicelestes.
Al ver a sus ídolos salir al campo, la afición aplaudió y, como siempre, el más vitoreado fue el capitán, Lionel Messi.
Con el paso de los minutos el ánimo fue cambiando y la fe en el equipo fue dando paso a las dudas.
El error del portero Guillermo ‘Willy’ Caballero, que derivó en el primer gol, anotado por Ante Rebic, cambió todo.
La preocupación apareció en el rostro de los presentes. El segundo gol, a nueve minutos del final, sepultó la esperanza. A partir de ese momento fueron varios quienes decidieron volver a sus casas o a sus trabajos, cabizbajos, a pesar de que todavía quedaba tiempo.
El 3-0 fue el golpe definitivo que sumió en la desilusión a los hinchas.
El enojo de los entrevistados por Efe se centró en dos personas: Messi y el seleccionador, Jorge Sampaoli.
«Podemos tener chances de clasificar, pero así, con esto que pasó hoy, nadie puede creer eso. Sentí que no hicieron nada. Messi tardó 21 minutos en agarrar una pelota», dijo Saucedo Sinilo.
Para otro argentino, Miguel Ángel Gutiérrez, se trató de «una decepción más», algo a lo que está «acostumbrado» desde que se retiró Diego Armando Maradona.
«Posibilidades de clasificarse hay, pero tenemos que esperar resultados ahora. Que dejen de decir que el mejor del mundo es Messi, porque como Maradona no hay. El único mejor del mundo es Diego, Diego Armando Maradona», sostuvo.
Sheila Paet sintió «mucha lástima» porque creyó que Argentina «iba a ganar». Lo que más le molestó es que, a su criterio, se hicieron muchos pases intrascendentes.
«En el primer partido (ante Islandia) a Messi lo vi mal, ahora también, no lo vi muy bien que digamos», añadió.
Para Florencia Nieto, Argentina «tenía mucho más para dar», y aseguró que, jugando como lo hizo hoy, la Albiceleste tiene muy pocas posibilidades de llegar a los octavos de final.
Entre los miles de hinchas argentinos también había muchos extranjeros, principalmente de países latinoamericanos.
Uno de ellos, Ricardo Meres, oriundo de México, dijo que tenía «toda la esperanza» de ver un triunfo de Argentina junto a su nutrido grupo de amigos, entre los que había mexicanos y argentinos.
«A Argentina le faltó paciencia, se desesperó mucho en el segundo tiempo buscando ese gol y se precipitó muchísimo. El error de Caballero los mandó para abajo», analizó.
La pantalla gigante de la plaza San Martín, así como también la del Parque Centenario, emitirá todos los partidos del Mundial. Sin embargo, parece casi utópico imaginar que Argentina pueda clasificarse o llegar a la final, como ocurrió en la Copa del Mundo de Brasil 2014.
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