El delantero ruso Artiom Dzyuba calificó hoy de «verdadera bofetada» la derrota ante Uruguay (0-3), que permitió al equipo celeste acabar la primera fase como líder del Grupo A.
«Ha sido una verdadera bofetada. No voy a decir que no estamos decepcionados. Estábamos motivados y queríamos el primer puesto. Aún tenemos mucho que trabajar», dijo a la prensa en el túnel de vestuarios.
Dzyuba, que fue uno de los mejores del equipo anfitrión, subrayó que la derrota había sido una «lección» para el equipo con vistas a los octavos de final.
«Saldremos más rabiosos, ya que ahora no ha posibilidad de error. Me gustaría que extrajéramos las debidas conclusiones», dijo.
El delantero del Zenit lamentó que su equipo diera tantas facilidades a La Celeste. «El primer gol nos lo metimos nosotros mismos, el segundo fue tonto, después vino la expulsión y, ya está, el partido estaba hecho. Hay que pensar que lo de hoy fue una buena prueba ante una selección del máximo nivel», comentó.
El jugador criticó al árbitro, el senegalés Malang Diedhiou, al que acusó de darle siempre la razón a los uruguayos en cada jugada dudosa. «Qué sentido tiene ayudarles (a los uruguayos), si ya son muy fuertes», dijo.
En cuanto al codazo que recibió del central uruguayo Diego Godín, aseguró que el defensa del Atlético de Madrid le dijo que no lo había visto.
«Pensé que me había roto la nariz. Le pregunté a Samédov: ¿tengo la nariz normal? Él me dice: torcida. Y entonces recordé que mi nariz ya estaba torcida», dijo con una sonrisa.