Es una tentación para controlar lo que hace o seguir hablando cuando sabes que ya no te conviene
Mirar sus publicaciones es inevitable
Todo el mundo tiene la necesidad de relacionarse con otras personas y hoy en día las redes sociales cumplen con creces estas expectativas, facilitan el contacto con amigos, seres queridos, conocidos y desconocidos. Nos permiten compartir información, inquietudes y momentos únicos de manera continua e instantánea, pero en internet no todo es un camino de rosas.
Después de una ruptura, Instagram, Facebook, Whatsapp y todas esas formas de comunicación que usamos diariamente pueden convertirse en ojos indiscretos que nos impidan pasar página y superar una mala racha.
¿Debemos entonces eliminar a los ex de las redes sociales y desvincularnos por completo de esa persona?
Dejar de seguir en las redes
Según muchos psicólogos, si continuamos viendo las publicaciones de nuestro ex en las redes, la tendencia será comparar nuestra situación con la suya. Esto deriva en un sentimiento de culpa, obsesión o arrepentimiento e impide avanzar en la situación sentimental.
En un estudio publicado en la revista Cyberpsychology, Behavior and Social Networking, el 54% de los participantes seguía siendo amigo de su ex en Facebook, pero no mantenía un contacto frecuente. El 25% borró al otro de su lista y el 12% se encontró con que había sido borrado primero. El estudio concluyó que las personas que frecuentan el Facebook de su ex pareja sienten más emociones negativas y tienen menos posibilidades de recuperarse, en definitiva, no experimentan tanto ´crecimiento personal´.
Tanto Facebook como Instagram son extremadamente culpables en este terreno, al ser las redes más visuales. Por eso, se recomienda limitar el acceso a su información y a la de sus amigos lo máximo posible, aunque no resulte sencillo.
También Whatsapp es una vía directa con la que hablar con tu ex pareja, comprobar si está en línea y estar al tanto de sus estados y fotos de perfil, lo ideal sería darse un tiempo para evitar la necesidad enfermiza de control y asumir que esa persona ya no está a nuestro lado y no dependemos de su amor.
Ser egoísta
Según expertos pensar en singular y olvidar el ´nosotros´ es algo imprescindible. Las sensaciones, los hábitos en común y la compañía física y emocional deja un vacío en nosotros, y en muchos casos, un evidente síndrome de abstinencia. Ser egoísta y pensar en uno mismo en estos casos es un paso para la recuperación tras la ruptura, renovarse y sentirse bien.
Dejar de seguir a nuestro ex y a los amigos en común es un paso importante para:
- Superar un momento difícil y no bloquearse y sumirse en la desesperación.
- Para olvidar el pasado y reflexionar sobre la relación viendo el problema desde fuera.
- Poder estar en soledad y pensar con claridad, cosa que muchas veces nos recuerda los buenos momentos dejando las críticas a un lado.
- Evitar el acoso que la otra persona puede causarnos al espiar y contactar constantemente.
- Acabar con la tentación de controlar o hablar con esa persona que sabes que ya no te conviene.
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