CALCAR junto a Claldy, Pili y Coleme pidieron al gobierno y previamente a sus respectivos sindicatos la necesidad de apartarse de los convenios salariales y mantener instancias individuales atendiendo la realidad de una de las industrias.
Las conversaciones empresa por empresa es un desafío para la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) quien concurrirá a cada sindicato para estudiar la situación particular de cada empresa. En CALCAR los trabajadores han mantenido un acercamiento prudente con la dirección de la empresa, dejando de lado posturas radicales. Hasta ahora esa postura ha dado buenos resultados aseguran fuentes gremiales.
El convenio del sector lácteo venció en diciembre pasado y el gobierno quiere que la negociación de uno nuevo no vaya más allá de fines de este mes o comienzos de agosto.
Hugo Pareschi, gerente general de Calcar, entrevistado por El País dijo que el sector lácteo «está en problemas» y que el planteo ya había sido adelantado a los trabajadores de esta cooperativa que tiene plantas en las localidades colonienses de Tarariras y Carmelo y años volcada fuertemente a la exportación. Calcar produce además leche en bolsa, leche en caja, leche larga vida, yoghurt y quesos. Procesa unos 60 millones de litros de leche por año. La negociación con los trabajadores es permanente y cualquier acuerdo al que se llegue será refrendado por el Ministerio de Trabajo, aseguró Pareschi.
Conaprole, Calcar, Pili y Claldy firmaron en 2015 un convenio impulsado por el gobierno para abastecer al mercado de Venezuela que pagaba muy buenos precios, pero ese mercado desapareció. Los coletazos de esa situación se hacen sentir hasta ahora, destaca El País.