Invitado por la Confederación Masónica Interamericana, Vázquez presentó sus consideraciones sobre la violencia y la sociedad actual en un documento en el que describe el fenómeno y sugiere siete puntos para contrarrestarlo.
El primero de esos puntos es “no entretenernos intentando comparar si hoy hay más o menos violencia que en el pasado”. El segundo es “hablar de violencias y no de violencia”, entre las cuales puntualizó la política, económica, intrafamiliar, la social y “las que aún no conocemos”, en referencia a que hay acontecimientos que en un momento dado no eran considerados.
En tercer lugar subrayó que “la violencia es una relación social particular”, que “debe ser concebida a partir de que su sustancia es, al fin y al cabo, cómo y sobre quiénes se manifiesta el poder”.
“La violencia es un proceso”, indica en el cuarto punto, integrado por etapas. Por ejemplo, en un “nivel preceptivo”, la prevención requiere equipamientos, servicios, criterios éticos y disposiciones legales.
En un “nivel preventivo”, el documento subraya que “es necesario investigar si el Estado ha diseñado jornadas educativas continuas en distintos segmentos poblacionales y centros educativos. Para el “nivel de control”, investigar la eficiencia de las instituciones como la Policía y la Justicia. En cuanto al “nivel de rehabilitación”, se trata de establecer si los centros “están de acuerdo a una verdadera política de inserción laboral y social”.
En quinto lugar, Vázquez estableció que el problema de la violencia ciudadana “no es asunto exclusivo de policías o de otros cuerpos de seguridad”, sino de la sociedad en su conjunto.
Como sexto punto, el mandatario uruguayo recordó que existe un vínculo entre esta problemática y los medios masivos de comunicación y, por tanto, consideró válido preguntarse si estos últimos son causa o síntoma de la violencia, en base a múltiples investigaciones científicas, algunas citadas en el documento.
“Superar la violencia no es suficiente para alcanzar la paz social”, sostuvo Vázquez en el séptimo punto. “Así como la salud no es solamente la ausencia de enfermedad, estar en línea o sentirse bien, la paz es bastante más que la ausencia de violencia, tolerar o coexistir con los demás”, abundó.
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