El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) publicó el primer reporte de su Mirador Educativo, donde analiza la relación entre algunas características de los niños y adolescentes, y su acceso y permanencia en el sistema educativo obligatorio. De esta manera, identifica mejoras de cobertura en educación inicial y media básica y de Montevideo ante el interior, y diferencias significativas por nivel socioeconómico y sexo en media superior. También señala que nuestro país presenta, a nivel de educación media, diferencias de acceso que lo ponen por debajo de otros de la región.
En los últimos años, de acuerdo a datos de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística, la cobertura del sistema educativo uruguayo se ha expandido en los tramos de edad que corresponden al ciclo obligatorio (la Ley General de Educación establece que la educación es obligatoria desde los 4 años hasta la culminación de educación media superior).
La asistencia total a educación inicial entre los 4 y 5 años pasó de un 85,8% en 2006 a un 96,0% por el crecimiento de la oferta educativa de ese nivel en las últimas dos décadas. Si se toma en cuenta el nivel socioeconómico de los hogares, se constata que el incremento es mayor entre los niños de hogares de nivel socioeconómico muy bajo (12,5 puntos porcentuales) que entre los de nivel socioeconómico muy alto (3,2 puntos porcentuales), lo que contribuyó a reducir las brechas. Por su parte, entre los niños de 6 y 11 años (educación primaria) los niveles de asistencia están cercanos al 100%, independientemente del nivel socioeconómico de pertenencia.
En el tramo de 12 a 14 años (educación media básica), la cobertura está cercana a la universalidad con valores mayores al 90% y continúan existiendo algunas diferencias por nivel socioeconómico de los hogares. En 2006, entre los adolescentes de este tramo de edad del nivel socioeconómico más bajo y más alto existía una diferencia de 6,6 puntos porcentuales (91,9% y 98,5%, respectivamente), mientras que en 2017 la brecha disminuyó a 3,6 (95,6% y 99,2%, respectivamente).
Donde el reporte marca diferencias sustantivas es entre los adolescentes de 15 a 17 años (educación media superior). Aquí el nivel socioeconómico de los hogares parece incidir en el acceso, ya que tanto en 2006 como en 2017 la asistencia de los adolescentes de este tramo etario del nivel socioeconómico más alto alcanzó valores cercanos al 100%, mientras que la de los del más bajo pasó del 57,2% al 75,2%. Si bien se da un incremento de 18 puntos porcentuales, lo que disminuye la brecha, el informe destaca que la cobertura escolar está fuertemente estratificada por el nivel socioeconómico del hogar.
A nivel de las diferencias territoriales, el reporte del Mirador Educativo muestra que las brechas de asistencia entre Montevideo y el interior del país tienden a desaparecer en los últimos 12 años en todas las edades correspondientes del ciclo educativo obligatorio con excepción de primaria, donde la cobertura ya era universal en 2006. Esto es un importante logro en términos de igualdad territorial.
Brechas
La evolución de la asistencia entre los 3 y 17 años según sexo para el período 2006-2017 presenta una disminución de las brechas de asistencia entre hombres y mujeres de entre 15 y 17 años, pese a que las segundas siguen asistiendo más que los primeros (86,2% y 81,0%, respectivamente). En el resto de los tramos de edad considerados no existían diferencias sustantivas en la asistencia entre hombres y mujeres. Ante esto, en el reporte se subraya que el sexo es un atributo de desigualdad significativo en el acceso y permanencia en el sistema educativo, ya que las mujeres transitan más años en la educación obligatoria que los hombres.
Para poner en perspectiva el esfuerzo del país para aumentar la cobertura en la educación obligatoria, el INEEd compara los datos uruguayos del período 2006 y 2015 con los de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay y el promedio de América Latina y el Caribe para los mismos años. La fuente de información para esta comparación es el Banco Interamericano de Desarrollo.
En el tramo de 4 y 5 años Uruguay está bien posicionado en comparación al resto de los países de la región: en 2015 la asistencia alcanzaba el 94,7%, 17,8 puntos porcentuales sobre el promedio de América Latina y el Caribe. En el de 6 a 11 años tanto en Uruguay como en los países considerados y en el promedio de América Latina y el Caribe la cobertura es universal.
Al observar la cobertura de adolescentes de 12 a 14 años comienzan a aparecer diferencias. Chile, Brasil y Argentina estaban en 2015 muy próximos a la universalidad del acceso, mientras que Uruguay y Paraguay presentaban más dificultades para universalizar este tramo de edad (96,2% y 95,3%, respectivamente).
En cuanto a la asistencia a la educación obligatoria de jóvenes de 15 a 17 años, los datos muestran un incremento de 2006 a 2015 en todos los países considerados. Si bien ninguno alcanza la cobertura universal, algunos se encuentran mejor posicionados. Es así que Chile es el que logró en 2015 mayores niveles de asistencia en este tramo de edad (95,4%), seguido por Argentina (88,1%) y Brasil (85,5%). Por su parte, Uruguay presentó un porcentaje de asistencia educativa similar al de Paraguay (82,1% y 81,0%, respectivamente), aunque este último mostró un mayor incremento que nuestro país respecto al 2005. De esta manera, Uruguay y Paraguay se mantienen cercanos al promedio de cobertura educativa de la región en 2015 (81,9%), mientras que Chile, Argentina y Brasil lo superan.
Las brechas de asistencia entre el nivel socioeconómico más bajo y el más alto en niños de 4 y 5 años han disminuido entre 2006 y 2015 en Uruguay y el resto de los países considerados. Uruguay y Chile son los que presentan mayores niveles de igualdad en el acceso a la educación, con brechas inferiores al 7% en 2015.
En las brechas de asistencia de adolescentes de 12 a 14 años del nivel socioeconómico más bajo y más alto los datos muestran que en 2015 Chile no presentaba diferencias, Argentina y Brasil tenían brechas próximas al 2%, y Paraguay y Uruguay de 8,3% y 5,0%, respectivamente. Esto significa que las diferencias continúan siendo sustantivas en la región, y en países como el nuestro.
A nivel de las brechas de asistencia de jóvenes de 15 a 17 años, los datos muestran que son sustantivamente mayores en comparación al tramo de edad anterior en todos los países considerados. Uruguay presenta uno de los panoramas más desfavorables, con brechas cercanas al 25% en 2015, lo que lo coloca como el país con mayor desigualdad en el acceso a la educación obligatoria si se lo compara con el promedio de los países de la región (17,7% para ese año).
Volver a los 17
El reporte del Mirador Educativo plantea que, en base a los datos actuales, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tendrá problemas para lograr la meta de universalizar la educación obligatoria planteada en su proyecto de presupuesto 2015-2019. En los últimos 12 años se han logrado avances sustantivos en la cobertura de los niños con edad de asistir a educación inicial y se han observado importantes mejoras en la cobertura de adolescentes en la educación media básica, lo que permite suponer que los objetivos estratégicos referentes a estos niveles podrán ser alcanzados en 2020. Sin embargo, a nivel de la cobertura de jóvenes de 17 años es necesario un cambio de ritmo en el grado de avance para lograr que en 2020 el 91% de ellos se encuentre dentro del sistema educativo (indicador definido por la ANEP).
El INEEd plantea que sería prudente que las metas nacionales definidas en materia de cobertura educativa, y especialmente las que refieren a educación media superior, incorporen objetivos específicos orientados a incluir a aquellos sectores que demuestran mayores dificultades para acceder y permanecer en la educación obligatoria.
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