Si las elecciones fueran hoy, 31% de los uruguayos manifestó intención de votar al Frente Amplio, 31% al Partido Nacional, 10% al Partido Colorado, 2% al Partido Independiente y al Partido de la Gente, 1% a Unidad Popular, 1% a otros partidos, 8% “en blanco o anulado”, y 15% está indeciso o no contesta, señala un informe de Equipos Consultores.
Si se comparan estos resultados con los de la medición anterior, el Frente Amplio pierde un punto (de 32% a 31%), el Partido Nacional crece 3 puntos (de 28% a 31%), y el Partido Colorado gana un punto (de 9% a 10%). Los resultados, estructuralmente, son muy similares a los de las mediciones anteriores: todas las variaciones de los últimos meses están dentro del margen de error.
La situación muestra dos partidos principales muy parejos entre sí, disputando la elección (el Frente Amplio y el Partido Nacional), aunque todavía a niveles muy distantes de los que necesitan para ganar en primera o en segunda vuelta. Estos dos partidos se han mantenido gruesamente estables en los últimos tiempos, donde no pierden terreno pero tampoco crecen significativamente.
Los restantes partidos se encuentran a bastante distancia de los primeros, aunque en los últimos meses el Partido Colorado parece ir mejorando gradualmente su posición.
En este esquema, donde los partidos principales tendrían muy difícil llegar a una mayoría parlamentaria, y todavía más a ganar en primera vuelta, las alianzas y los flujos electorales de los partidos secundarios serán decisivos para constituir el escenario final. Si, como ha sido en el pasado, los votantes del Partido Colorado se inclinaran mayoritariamente en una segunda vuelta hacia el candidato del Partido Nacional, este “bloque” tendría una ventaja importante sobre el Frente Amplio en el punto de partida (y más aún si los votantes del Partido de la Gente y del Partido Independiente hicieran lo mismo).
Si se compara la situación actual con el resultado de la última elección se aprecian los cambios en la estructura de preferencias: el Frente Amplio tiene una pérdida electoral de 17%, mientras que el Partido Nacional está en niveles similares a los que votó y el Partido Colorado un poco por debajo. El comportamiento de los votantes “emigrantes” del Frente Amplio es, entonces, una de las grandes claves de la elección.
Si se compara la situación actual con lo que las encuestas marcaban a la misma altura del ciclo electora (segundo semestre de 2013), también se aprecian la variaciones. El Frente Amplio se encuentra 12 puntos por debajo de aquel momento, y el Partido Nacional algunos puntos por arriba.
La definición de los candidatos, y la evolución de las campañas, pueden modificar todavía el escenario final. Pero el momento actual muestra un Frente Amplio más débil que en los ciclos anteriores, y un Partido Nacional más fortalecido en sus chances de alcanzar el gobierno.