Hugo Orizia Meny es conocido en el mundo de los canoeros como «El Rengo»; integrante del grupo Canoeros del Río Rosario.
Con 64 años, nació y vive en Rosario, departamento de Colonia.
«En el año 2000 debí acogerme a los derechos jubilatorios, por severos problemas de columna. Soy apasionado por el canotaje y la naturaleza. Poseo una canoa, la Karaí Guasú desde 1998. En un momento, cuando creí que ya no podría remar, construí en forma artesanal un pequeño motor, con una bordeadora de césped, el que me permitió navegar y disfrutar a mis anchas. A raíz del fallecimiento de mi hermano, compinche de andanzas, hace algo más de 5 años, había dejado de navegar,» publicó en Facebook.
«En agosto de 2017, sufrí un ACV isquémico, neurólogos y fisiatras convinieron en que mi recuperación llevaría 1 a 1 y ½ año. A ello, se sumaron otras vicisitudes de índole personal, que sumadas podrían haber “volteado” a un elefante, pero jamás bajé los brazos. A fines de enero de este 2018, un par de amigos, Ruben Carro primero y Sergio Arduin en segundo lugar por el orden en que me hablaron, me invitaron e impulsaron a concurrir a la 2ª Travesía de canoas y kayaks de Sarandí del Yi.»
«No me alcanzarán mis días de vida para agradecerle a ellos, una y mil veces, haberme impulsado a realizar esa travesía, a seis meses de mi ACV, así volví a disfrutar del placer inigualable de navegar remando, del contacto con la madre natura, disfrutar con nuevos “hermanos del agua”.
Pienso que los sueños existen para impulsarnos, son motores de vida, y todo sueño comienza a cumplirse dando un primer paso hacia él.»
El desafío de Hugo
«Tengo un sueño y ya estoy caminando hacia él. Me he propuesto realizar una travesía en mi canoa, en solitario, partiendo desde la ciudad de Artigas por el Cuareim, hasta su desembocadura en el Río Uruguay y por éste aguas abajo llegar a Colonia del Sacramento, 800 kms. de recorrido en un mes. Esta aventura tiene fecha, 10 de marzo del 2019.»
«Con esta travesía en solitario, quiero transmitir algunos mensajes a las generaciones más jóvenes:
En tiempos difíciles, cuando todo parece derrumbarse, mira adelante, con FE y tesón, se sale adelante.
Ama y cuida la tierra, el agua, el medioambiente, el planeta es nuestro hogar, no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra. El deporte no sólo nos beneficia físicamente, también hace bien al espíritu y si ese deporte te lleva como en mi caso a la comunión con el agua, la tierra, los montes, mucho mejor!«, concluyó.
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