Un consultor y experto privado en temas de grúas que pidió reserva señaló a Carmelo Portal que el plan de trabajo que viene haciendo la Armada Nacional es el adecuado «aunque debió realizarse de inmediato, en las primeras horas del impacto cuando había agua en el arroyo.»
Al preguntar cuál sería el plan b, de fracasar el intento por retirar mediante la colocación de eslingas e intentar la utilización de remolques, señaló que la tecnología necesaria no existe en el país.
«Van a tener que ir a la Argentina, una posibilildad es contratar la Grúa Magnus VI que ingresaría por el arroyo pero se encontraría con una primera dificultad, trabajar del otro lado del puente. «La grúa es flotante y es imposible cruzar el puente, trabajaría con un brazo mecánico por encima del mismo. Este trabajo costaría una cifra cercana o superior a U$S 4,5 millones de dólares,» señaló.
El costo estimativo coincide con una nota publicada por el Semanario Búsqueda en febrero de 2018 donde se refería a la situación país de los buques abandonados, allí señalan «los servicios más sencillos, cuando el barco está a flote, rondan los US$ 100.000. Los más complicados, con buques hundidos e incluso dados vuelta, pueden llegar a costar US$ 1,5 millones. El valor de venta de una tonelada de chatarra de acero ronda los US$ 200 y los barcos abandonados suelen pesar unas 600 toneladas.»
«Estas operaciones más difíciles requieren de grúas flotantes —que se traen del exterior—, remolcadores y buzos. Los equipos de trabajo en esos casos pueden llegar a las 25 personas,» concluye.
El trabajo previo
En la participación previa de esta grúa flotante se necesita una serie de pasos. Una inspección subacuática a cargos de buzos -que ya se está realizando- la misma es realizada al tacto dada la nula visibilidad bajo el agua. Se debe detectar rumbos e ingresos de agua en el casco de las tres embarcaciones. Extraer sedimentos (barro, lodo) compartimientos internos de los buques y remoción del acumulado en su exterior
Obturación de las averías para alivianar el peso de las embarcaciones cuando se vaya a extraer del arroyo. Realización de túneles por debajo de los cascos para posibilitar el pasaje de eslingas o cadenas para permitir el izado con la grúa de salvamento. Extracción de toda el agua de los compartimentos internos de los buques por medio de electrobombas sumergibles. Tendido en forma preventiva de barreras de contención para evitar derrames.
Luego de concretar el reflotamiento se realizan corte en secciones parra facilitar el proceso de extracción y puesta a seco, esto sólo en casos de deficiencia estructural cuando hay daños importantes en estructura o porte.
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