La empresa emergente uruguaya Slåss busca crear conciencia medioambiental y generar un cambio cultural hacia un consumo más sostenible mediante la venta de productos de uso cotidiano 100 % ecoamigables.
Así lo destacó a Efe el creador de la empresa, Diego Angel, quien indicó que el foco del emprendimiento estará puesto en ayudar al consumidor a encontrar en el mercado local un tipo de producto de uso frecuente como los cepillos de dientes y las pajillas que sea más amigable con el medioambiente, como ya sucede en Europa.
«Los cepillos de dientes de plástico viven hasta 300 años y los sorbitos (pajillas) de plástico son peores porque no se pueden ni reciclar, son tan pequeños que las máquinas de reciclaje ya ni los levantan entonces o terminan en un basural (…) o en el mar, donde nunca se terminan de degradar», explicó Angel.
En ese sentido es que Slåss, cuyo nombre según explicó el empresario deriva de la palabra sueca para «lucha» y hace referencia a la lucha por eliminar el uso de plásticos, busca importar de China productos ecoamigables como las pajillas de papel y los cepillos de dientes de bambú.
«La idea es que la opción exista porque hoy en día en Uruguay son muy pocas las opciones que hay. Solo hay un cepillo de bambú que se llama Meraki, que es de un argentino que hizo lo mismo que estoy tratando de hacer (…), tuvo mucho éxito en Argentina y ahora se expandió a Uruguay», puntualizó.
Asimismo, Angel apuntó que si bien lo ideal sería no usar pajillas, la alternativa de papel es la mejor y, pese a que en Uruguay ya se venden, las que hay en el mercado son de polipapel -que no es 100 % ecoamigable y genera microplásticos- mientras que las que planea importar Slåss no contienen nada de plástico.
«Todo el proceso está cuidado para que el sorbito de papel sea 100 % ecoamigable, que la goma sea en base a agua, con lo que se puede consumir (las bebidas) sin ningún tipo de problema, y que el papel sea de granjas de árboles y no de deforestación salvaje», valoró.
Por otro lado, en cuanto a los precios de los productos, Angel sostuvo que no hay mucha diferencia entre el costo de un cepillo de plástico y uno de bambú, lo que hace que promover el cambio resulte más fácil; mientras que con las pajillas depende de la cantidad y es más factible la venta por mayor.
De todas formas, el emprendedor manifestó que, dado que en los supermercados hay una traba para este tipo productos, su plan para sacarlos al mercado es mediante comercios pequeños que apunten a un consumo libre de plástico en el caso de los cepillos y en bares en el caso de las pajillas.
«La idea es apuntar en un principio a ese nicho de mercado que se sabe que busca, que le interesa, que quiere. Y con los sorbitos comenzar con bares, con restaurantes, y generar un cambio cultural (…) poder asesorar a los que quieran hacer esa transición de plástico a papel», expresó.
Angel aseveró en esa línea que en la población uruguaya hay «un indicio» de conciencia sobre el tema pero que el país aún está muy lejos del nivel de los países desarrollados en materia medioambiental, por lo que busca la ayuda de inversores o referentes que puedan tener influencia en estos temas para promocionar los productos.
«Queremos comercializar esto a través de las redes sociales (…), buscar gente que sea pro ecología y tratar de que ellos ayuden a incentivar el consumo del producto. En primera instancia de una importación de 300 unidades de cepillos de bambú muy probablemente 100 vayan para ser regaladas a influencers (personas con influencia en internet)», concluyó. (EFE)